La sección sindical de CSIF en el centro penitenciario de Huelva ha decidido no participar en la celebración de los actos de la Festividad de la Merced que se celebrarán el próximo miércoles como acto de protesta por la situación laboral de los funcionarios de este centro. De esta forma quiere denunciar públicamente la “problemática actual derivada de la gestión tanto del director de la prisión, Alejandro Zulueta, como de la subdirectora de Tratamiento, Esther Montero”.
Desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y el Ministerio del Interior, según CSIF, se “viene manteniendo una política de recortes en los derechos laborales y retributivos de todos los empleados públicos penitenciarios, así como una voluntad política indiscutible de privatizar una buena parte de los servicios que se prestan en los centros con el lógico impacto negativo tanto en la seguridad como en la calidad de los servicios que se prestan”.
En el contexto onubense, además, hay que sumar la “actuación” de la Dirección, de la prisión tal y como ha venido denunciando CSIF en los últimos meses: “En alguna de las mesas de negociación, el insulto y el menosprecio hacia las organizaciones sindicales han sido la tónica habitual, imponiendo decisiones y medidas sin tener en cuenta a los representantes de los trabajadores”.
Entre las cuestiones más graves destacan, según la Central Sindical Independiente y de Funcionarios, el mayor número de agresiones físicas contra funcionarios como consecuencia del incremento de internos destinados a este centro y catalogados como peligrosos o muy peligrosos; el aumento de accidentes laborales, el último y más grave ocurrido recientemente que obligó a la intervención de los servicios del 061 sin que hasta la fecha se haya habilitado un plan de contingencia al efecto; el primer secuestro de toda la historia de este centro protagonizado por dos internos sin que la Dirección haya tomado todas las medidas a su alcance para impedir que “estos graves hechos” se repitan; y la ausencia de directrices claras en las áreas de trabajo de la prisión, lo que está provocando un aumento de “desencuentros” con autoridades judiciales y administrativas.
Además, CSIF asegura que la Dirección del centro “se aprovecha de estas situaciones para adoptar medidas de política de personal que han supuesto una degradación del clima laboral entre los propios funcionarios”. De hecho, apuntan que Zulueta y Montero, en su corto periodo de gestión, “ostentan el mayor número de escritos de denuncia ante instancias superiores por acoso laboral y trato humillante”.
