Cuando a Natalia de Molina, Goya a la mejor actriz revelación 2014 por su papel en Vivir es fácil con lo ojos cerrados, le llegó el guión de Techo y Comida, el primer largometraje que graba el director jerezano Juan Miguel del Castillo estos días desde hace casi un mes en su tierra, su primera reacción fue “asustarse” y después emocionarse una vez que lo leyó. Fue como una premonición, porque prácticamente había soñado con él. “Justamente el día que me llegó el guión, esa mañana me había despertado con la idea de que me apetecía hacer una película sobre una madre soltera que tenga que luchar por su hijo, y de repente recibo esto. Tenía ganas de hacer algo interpretativamente superdesgarrador de una mujer con un hijo, por eso ha sido muy mágico desde el principio”, señala en un descanso de un rodaje, que se encuentra en su etapa final.
La propuesta del director jerezano no podía ser más a su medida. En la película, Natalia de Molina se pone en la piel de Rocío, una madre con un hijo de ocho años sin medios, sin trabajo y que se enfrenta a un desahucio por no poder pagar su casa. Es la peor cara de una crisis española que ha castigado especialmente a esta provincia y por esto Juan Miguel tenía claro desde el principio que la historia tenía que contarse aquí. ¿Cómo ha sido para esta joven meterse en la piel de Rocío?”Está siendo duro a nivel emocional porque es una historia tan fuerte, una mujer que sufre tanto, que le pasan tantas cosas, que a veces me cuesta un poco llegar a casa y dormir tranquila. Vivo unas emociones muy fuertes en el rodaje y me cuesta parar y decir, vale esto es una ficción, y claro estoy haciendo una ficción pero realmente es una realidad”, explica.
Unas circunstancias que le compensan con creces por estar a las órdenes del jerezano y participar en un drama social y real como está narrando.“Juan sabe perfectamente lo que quiere, se fija mucho en los detalles. Es un gran director y la gente va a sorprenderse mucho por lo que ha hecho”. Después de casi un mes de rodaje, donde el equipo -compuesto por más de 40 personas- ha llegado a concentrar a 400 figurantespara grabar una escena de la Semana Santa, desde este lunes se trasladan a la calle Larga.
Para su director el balance hasta ahora es muy positivo. “Estoy contento, llevo dos años esperando y preparando todo el proyecto”, señala, muy agradecido con la acogida de los jerezanos en general y con los vecinos de La Granja, donde transcurre buena parte de la grabación. “Están revolucionados. Vienen a buscarnos, a decirnos que quieren salir”. El objetivo ahora es presentarla dentro o fuera de concurso en el Festival de Málaga y hacer el estreno en Jerez para su viaje a las salas comerciales. “Vamos a por todas”, apunta. Lo ha dicho, es una película “incómoda” que invita a reflexionar. “No pretendo que la gente eche el rato, ni agradar a nadie, sino contar la realidad pura y dura. Sin demagogia”.
