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Almería

El juez prorroga dos años más la prisión provisional para el presunto asesino de la bebé Míriam

El juez que investiga el crimen de la bebé de 16 meses natural de Palma del Condado (Huelva) Míriam ha acordado la prorroga por dos años más del régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza para el presunto autor material de la muerte, Jonathan Moya

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  • Jonathan Moya -

El juez que investiga el crimen de la bebé de 16 meses natural de Palma del Condado (Huelva) Míriam ha acordado la prorroga por dos años más del régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza para el presunto autor material de la muerte, Jonathan Moya, quien será enjuiciado por un tribunal de jurado.

   La resolución del Juzgado de Instrucción 2 de Almería llega cuando se han cumplido dos años del supuesto raptó de la pequeña, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en una bolsa de deporte, envuelto en film, en el fondo de una balsa de riego ubicada entre los términos municipales de Fiñana y Abrucena el 28 de diciembre de 2012.

   Moya González, de 26 años, ingresó en el centro penitenciario de El Acebuche un día después, por lo que, ante la próxima extinción del periodo máximo de dos años de encarcelamiento antes de juicio, el magistrado ha resuelto, con la anuencia del Ministerio Público, la prórroga de la prisión provisional decretada para él, según han informado a Europa Press fuentes judiciales.


   No obstante, cabe recordar que el presunto autor material del crimen de la bebé Míriam cumple condena actualmente por varias sentencias en firme por delitos de estafa y apropiación indebida.

   Aunque la Fiscalía ha pedido diligencias complementarias que están a la espera de ser practicadas, el juez ha concluido la instrucción y el pasado mes de septiembre dictaba auto de procesamiento contra Jonathan Moya y Raúl R.F., para el que el fiscal, no obstante, ha solicitado el sobreseimiento al considerar que no hay indicios de su participación en los hechos aunque la acusación particular ejercida por la madre Gema Cuerda sí la ha mantenido.

   La investigación ha concluido que existen indicios "verosímiles" de la participación de Moya González "en la sustracción contra la voluntad de su madre" de la bebé, cuyo cuerpo sin vida apareció con signos de violencia siete días después del rapto, ocurrido el 20 de diciembre de 2012, en una balsa de riego próxima al Cortijo Torre de Márfil, en Fiñana, y le procesó por presuntos delitos de detención ilegal y asesinato.

   También señaló indicios de su participación "en una agresión sexual hacía" Gema Cuerda en un paraje del término municipal de Nacimiento, hechos que, en la actualidad, se tramitan como sumario en una causa aparte. Cabe recordar que así lo denunció ante el puesto de la Guardia Civil de Gérgal (Almería) la madre de la pequeña, quien comunicó además que Moya González se había llevado "todas sus pertenencias" y a su hija de 16 meses tras tener una "fuerte" discusión.

   Los dos últimos informes aportados a la causa como consecuencia de las diligencias de prueba solicitadas por el abogado del principal imputado apuntan, por un lado, a que Jonathan Moya "no tenía alteradas su facultades" cuando sucedieron los hechos y, por tanto, tenía "indemnes" su capacidad de conocer y de actuar, y por otro, ahondan en la conclusión sobre cómo se produjo la muerte de la bebé y descartan que, tal y como sostiene él, se produjese por una de manera "accidental".

   Así, el perfil psicológico realizado por los peritos del Instituto de Medicina Legal de Almería (IML) concluye que no se puede hablar de trastorno de la personalidad, aunque refiere "algunos rasgos de personalidad acentuados, como son la impulsividad y la tendencia a conductas antisociales".

   Mientras, el IML en su informe ampliatorio de autopsia concreta un poco más a la ahora de acotar el momento del fallecimiento de la menor, que fija en el día 24, e incide en que las lesiones que presentaba no sería compatible con la versión de una "caída fortuita" debido a "los múltiples focos de contusión" y la "impronta de dedos en el tórax".

GOLPES "REPETIDOS" EN LA CABEZA PORQUE "LLORABA"

   El citado informe achacó el traumatismo craneoencefálico que sufrió la bebé al "choque repetido de la cabeza de la niña" sobre una "superficie plana" en una "actitud violenta" cuyo "desencadenante pudo ser la frustración que el agresor pudiera experimentar mientras lloraba el bebé".

   Concluyó, asimismo, que la "asfixia mecánica" que sufrió se produjo "por oclusión" de las fosas nasales y de la boca "mediante el film de plástico que le rodeaba completamente la cabeza y el cuerpo" cuando fue encontrada el 27 de diciembre de 2012 en la balsa de riego.

   Por su parte, Moya González aseguró en su última comparecencia en sede judicial que supuestamente se "cayó" con la pequeña "corriendo por un monte" e insistió en el móvil que ya esbozó ante el juez al principio de investigación y que pasaría por una presunta "venta" de la menor.

DISTINTAS VERSIONES Y TERCERAS PERSONAS DESCARTADAS

   A lo largo de la investigación judicial, el instructor de la causa, el magistrado Jesús Miguel Hernández, ha ordenado, asimismo, la práctica de varias diligencias de prueba encaminadas a esclarecer las distintas versiones, hasta tres, ofrecidas por el principal imputado.

   Así, la Guardia Civil elaboró hasta dos informes. En el último, descartó la participación en el crimen de una segunda persona tras llegar a entrevistarse con un vecino de la comarca a quien, en su última comparecencia ante el juez instructor, Moya González señaló con "nombres y apellidos". En el primero, concluía que una versión anterior, en la que hablaba de "varias personas", era "falsa completamente" tras unas intensas gestiones en diversas provincias andaluzas y en Extremadura para intentar localizarlas.

   Gema Cuerda siempre ha calificado como un "absoluto disparate" y "una mentira" la versión ofrecida por quien fuera su pareja y ha afirmado "no conocer de nada" a las personas a las que ha ido señalando bien como "colaboradores" bien como autor material del crimen. Su letrado, además, ha hecho alusión a los antecedentes penales de Moya González, con antecedentes penales por delitos de robo de vehículos sin intimidación, delitos contra el patrimonio, falsedad documental y usurpación de identidad de un cargo público, en concreto, un guardia civil, para cuestionar su "credibilidad".

SOBRESEIMIENTO FISCAL PARA EL OTRO IMPUTADO

   El caso del segundo imputado, Raúl R.F., el fiscal pidió en mayo el sobreseimiento de la causa al considerar que no hay indicios que lleven a considerar que era conocedor de los hechos o que participó en ellos. Su detención, cabe recordar, vino motivada por la declaración que en la Comandancia de la Guardia Civil prestó Moya González, quien lo señaló aunque, posteriormente, se desdijo para exculparlo.

   El Ministerio Público no ve, así, carga probatoria en los 'wasap' que obran en la causa y cuyo análisis llevó en una fase inicial a los investigadores a apuntar que "era conocedor de sus intenciones de separar a la menor y a su madre en contra de la voluntad de ésta" y que podía, asimismo, "conocer el paradero de ambos" una vez fue secuestrada el 20 de diciembre de 2012.

   La acusación particular sí ha mantenido la acusación contra él hasta este momento de la tramitación de la causa al estimar "demasiado prematuro" el sobreseimiento solicitado para él.

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