El detenido compareció esposado ante un tribunal de la capital norirlandesa, presidido por Thomas Burgess, el mismo juez que tramita el proceso de extradición del ex preso etarra José Ignacio de Juana Chaos.
Villanueva Arteaga, quien reside y trabaja en Belfast, permanecerá en libertad vigilada hasta la próxima vista después de depositar una fianza de 5.000 libras (5.575 euros), informaron fuentes judiciales.
El juez también ordenó que se le retenga el documento nacional de identidad y se le prohíba abandonar la jurisdicción de Irlanda del Norte, al tiempo que no podrá salir de su domicilio entre las siete de la tarde y las nueve de la mañana y está obligado a presentarse diariamente en comisaría.
Según la agencia de noticias local Press Association (PA), el abogado de la defensa reveló durante la vista de ayer que su cliente lleva “tres o cuatro años” en Irlanda del Norte, donde regenta un negocio relacionado con el turismo y del que mostró un tríptico publicitario como prueba.
No obstante, esta versión fue rechazada por la Fiscalía, pues aseguró que su oficina no tiene conocimiento alguno de la existencia del citado negocio y recordó que el detenido cobra ayudas económicas del Gobierno norirlandés.
Villanueva no habló durante la vista y rechazó los servicios de un intérprete porque, según dijo su abogado, su nivel de inglés es suficientemente bueno.
La detención del navarro se produjo ayer en un barrio del oeste de Belfast, en una zona de mayoría católica, por agentes de la Policía norirlandesa (PSNI) para hacer efectiva una euroorden de busca y captura “por delitos de terrorismo cometidos en España”.
El sospechoso, al que las autoridades norirlandesas identificaron como Arturo Villanueva Arteaga, es natural de Pamplona, donde fue detenido junto a otras 14 personas el 6 de marzo de 2001 por su participación en la organización juvenil Haika, grupo supuestamente vinculado a la banda terrorista ETA.
Tras su detención permaneció en prisión durante 10 meses, hasta su puesta en libertad, que aprovechó para huir del país y eludir el juicio seguido a las organizaciones juveniles de la izquierda radical vasca.