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Provincia de Granada

Acusado de arrollar a un policía niega intencionalidad y dice que fue víctima de una paliza

La Audiencia Provincial de Granada ha acogido este martes la primera sesión del juicio contra un hombre acusado de arrollar con su coche a un policía local después de que le hubiera multado que ha explicado que se le cruzó y que no tuvo intención de atropellarlo

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La Audiencia Provincial de Granada ha acogido este martes la primera sesión del juicio contra un hombre acusado de arrollar con su coche a un policía local después de que le hubiera multado que ha explicado que se le cruzó y que no tuvo intención de atropellarlo y que un grupo de unos 15 agentes le propinaron una "brutal paliza".

   Por ello, además de él, se han sentado en el banquillo de los acusados un total de ocho policías, que han negado su participación en esa supuesta agresión. El principal imputado es el único al que acusa la Fiscalía, que reclama para él una condena de tres años y medio de prisión y multa de 540 euros por la posible comisión de un delito de atentado en concurso ideal con una falta de lesiones.

   El hombre, de iniciales J.M.R.R. y de 48 años, ha explicado que el pasado 7 de febrero se encontraba sobre las 20,00 horas en una tienda de recambios de coches, en la calle Arabial, cuando, al salir, vio a un policía que le estaba multando. Él le dijo entonces que era "un padre de familia" y le pidió que no le sancionara, a lo que el agente, según él, le contestó: "Es lo que hay y además le voy a poner otra multa más".


   Entonces, empezaron a discutir y el agente pidió refuerzos, y aparecieron varios coches de Policía, con lo que el hombre se metió en el coche para llamar a la Policía Nacional para informarle de la situación.

   Después, y tras ser multado, salió de allí y emprendió la marcha pero, en una rotonda cercana, se volvió a encontrar al primer agente montado en su moto. Al verlo, bajó la ventanilla y le dijo "muchas gracias, le has arreglado el mes a un padre de familia", y, tras sus palabras, el agente dio "un acelerón" y se situó delante de su vehículo: "Si yo le di, que lo dudo, tuvo que ser levemente, porque iba muy despacio", ha afirmado.

   Fue después de aquello cuando, según ha asegurado, lo sacaron a la fuerza de su coche y comenzó a ser agredido con porras reglamentarias por alrededor de una decena de agentes, que le propinaron "una brutal paliza". Después fue arrestado y conducido en un furgón a dependencias de la Policía Nacional, ha indicado el acusado, donde, según ha señalado, volvió a ser agredido por otro policía local.

   Sin embargo el policía que le multó, que también se ha sentado en el banquillo tras ser denunciado por este hombre, ha apuntado que al ser sancionado se negó a entregar la documentación y que le insultó en varias ocasiones. Además, ha negado que se pusiera delante de su coche, y ha explicado que el propio vehículo rebasó la isleta en la que el agente se encontraba con su moto y ha indicado que en ningún momento fue agredido. Según ha dicho, los policías locales lo sacaron de su coche después del atropello "enérgicamente" pero sin golpearle.

   Tras el testimonio de los ocho agentes denunciados, el juicio continuará este miércoles y está previsto que quede visto para sentencia el viernes.

ACUSACIÓN DE LA FISCALÍA

   Según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos se remontan a las 20,00 horas del día 7 de febrero de 2008, cuando el agente se disponía pedir la documentación al acusado que con su vehículo se encontraba estacionado en doble fila obstaculizando el tráfico en la calle Arabial de Granada.

   Éste le preguntó si le iba denunciar y al contestarle el policía en sentido afirmativo, el procesado le contestó: "Te voy a dar una polla, yo a ti no te doy nada, te voy a dar una mierda". Tras ello, el agente solicitó el apoyo de otros policías, aunque al final el inculpado mostró su documentación y se le sancionó.

   Minutos más tarde, cuando el policía se encontraba detenido con su motocicleta en una isleta del Camino de Ronda, el procesado tras increparle llamándole "cabrón", le arrolló con su vehículo tirándole al suelo y le causó policontusiones en pierna derecha, glúteo izquierdo, inflamación en tercio distal de tibia y peroné de pierna derecha, erosión cutánea en zona posterior, e inflamación en las manos y erosiones, que le han dejado como secuelas algias postraumáticas en columna y cicatriz distrófica en pierna izquierda.

   El acusado tuvo que ser reducido, tras verse obligada la Policía, "utilizando la fuerza mínima imprescindible", para sacarlo del vehículo ya que se negaba a salir del mismo y mostraba una actitud violenta, razón por la cual sufrió policontusiones en tobillos, cervicales, mandíbula y nariz.

   La motocicleta de la Policía Local que conducía el agente lesionado sufrió daños valorados pericialmente en 2.101 euros.

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