El Partido Popular ha criticado a la alcaldesa de La Línea que "parece haber caído en un peligroso síndrome de mentiras compulsivas en su cruzada contra los medios, especialmente contra cualquier periodista que se atreva a ejercer su derecho a la libre expresión".
En una nota, esgrimen como primera prueba "la guerra sin cuartel llevada a los tribunales de la acaldesa con los trabajadores de Somdeco, y que ha llevado a la señora Araujo a realizar un ERE ilegal, considerado nulo por la justicia, así como a desobedecer a cada sentencia que hablaba de readmisión de trabajadores y pago de salarios. Últimamente, llegó a afirmar que no le constan emisiones de publicidad desde el dial que usaba la sociedad municipal para emitir, cosa perfectamente constatable para cualquier ciudadano que se tome la molestia de sintonizar la emisora en cuestión. El convenio con los nuevos “inquilinos” de la radio no se remite a la oposición, que lo ha solicitado en varias ocasiones, y la afirmación de la señora Araujo de tratarse de un convenio de carácter cultural no parece tener nada que ver con el contenido político y especialmente institucional que exhibe el citado dial".
Para los populares "la realidad es que dicha fijación con profesionales de Somdeco no se debe a otra cosa que a una venganza política por haber sido críticos con la señora Araujo. Ocurrió algo parecido con Radio Atunara, que sufrió persecuciones por parte de miembros del PSOE en el momento en que se oyeron a locutores que trabajaron en Somdeco en el pasado".
Aseguran que "esta obsesión llega al punto en que la alcaldesa pretende negar incluso relación alguna entre Somdeco y Emusvil, a pesar de que ella misma firmó un acta del Consejo de Administración de Emusvil comprometiéndose a pagar a los trabajadores de Somdeco desde la Sociedad municipal de Suelo y Vivienda y le lleguen órdenes de embargo de ambas sociedades para pagar a los trabajadores".
El PP teme que "cualquier periodista que cometa la osadía de poner en tela de juicio a la señora Araujo corre el riesgo de enfrentarse a la furia de la alcaldesa, que moverá cielo y tierra para silenciar a quien se atreva a cuestionarla. La libertad de expresión, por tanto, se encuentra en serio peligro en nuestra ciudad, formando parte de esa falta de transparencia que está haciendo tan famoso nuestro ayuntamiento en el resto del país".
