María Pagés ha buscado su particular “contrapunto” a la novela ‘Carmen’ de Merimée, alejándose del tópico femenino de la cigarrera sevillana que se dibuja en la conocida obra, a la que pondría música G. Bizet. En su ‘Yo, Carmen’, que mañana miércoles día 25 de febrero pondrá en escena en el Teatro Villamarta, “doy la voz a las mujeres, a todas las mujeres”, señaló la bailaora. En la misma jornada, el XIX Festival de Jerez ofrece un recital de cante sin amplificación acústica en Palacio Villavicencio, a cargo de Samuel Serrano y Joaquín de Sola.
“La de veces que me han ofrecido hacer el papel de ‘Carmen’ de Merimée y siempre me he negado”, aseguró María Pagés ante los medios de comunicación. Esa negativa estaba motivada porque “nunca he estado de acuerdo con ese visión tópica de la mujer, ideada por los hombres” que se ofrece en la novela.
“Yo buscaba la reflexión sobre el personaje, pero desde otro punto de vista”, añadió. Fue entonces cuando encontró que su visión del personaje debía ser “dar la voz a las mujeres, a todas las mujeres”. Con el propósito, además, de no olvidar ningún tipo de mujer real que existe en la actualidad: “tanto la mujer fuerte como la débil, la que transmite las enseñanzas, la que aporta tanto a los hogares, sin olvidar a las que viven sometidas o maltratadas”, precisó. En definitiva, la mujer como sujeto y no como objeto de las pasiones masculinas.
En ese amplio muestrario del mundo femenino –recogido a través de sus entrevistas personales con mujeres de otros países y otros continentes-, María Pagés llega a la conclusión evidente de que “la mujer sigue sin ser reconocida” en igualdad de condiciones con respecto al hombre. A este respecto, su ‘Yo, Carmen’ aboga por la igualdad de sexos, pero no desde la confrontación del uno con el otro, sino desde la coexistencia de espacios vitales compartidos.
Madurez y compromiso
“Ahora tengo la madurez y el compromiso necesario para afrontar este proyecto”, confesó. Y admite la bailaora que este espectáculo habría sido imposible llevarlo a cabo desde la juventud de los 30 años. ‘Yo, Carmen’ se estrenó en el Teatro Calderón de Valladolid y, tras una gira por Singapur, vuelve ahora a España. Por tanto, el Festival de Jerez supone su presentación en Andalucía.
Pagés y su elenco bailan al son de los versos de la española María Zambrano, la japonesa Akiko Yosano, la franco-belga Marguerite Yourcenar, la canadiense Margaret Atwood, la marroquí Widdad Benmoussa, la ruandesa Cécile Kayirebwa y la iraní Forug Farrojzad, en una de las diez piezas en las que se estructura el espectáculo. “La poesía siempre ha inspirado mi vida y mi trabajo”, aseguró Pagés.
En ‘Yo, Carmen’ el cuerpo de baile está compuesto por seis bailaoras y dos bailaores. A ellos se suma el cante de Ana Ramón y Loreto de Diego, las guitarras de Rubén Levaniegos y José Carrillo ‘Fyty’, la percusión de Chema Uriarte, el violonchelo de Sergio Menem y el violín de David Moñiz.
La bailaora sevillana cuenta en este montaje con la música original de Bizet, pero también con la música flamenca creada para la ocasión por Rubén Levaniegos. La autoría musical es más amplia e incluye, además, a otros miembros de la compañía como Sergio Menem y David Moñiz.
De otro lado, el reto de medirse en directo y sin amplificación acústica en el Palacio Villavicencio será asumido por dos jóvenes cantaores: Samuel Serrano y Joaquín de Sola, ambos naturales de la provincia de Cádiz.
“Para mí es una satisfacción enorme estar en el Festival de Jerez”, dijo Samuel Serrano, que estará acompañado a la guitarra por Paco León. “Voy a ser fiel a los cantes de Jerez”, indicó. Para ello, contará con la guitarra de Paco de León y, como “me gusta preparar el repertorio”, adelantó que hará soleá, seguiriyas, alegrías, fandangos y bulerías.
“Voy a cantar por derecho”, aseguró Joaquín de Sola. Pese a su juventud, ya tiene un disco en el mercado –que se titula ‘Principio’- y por este trabajo obtuvo el premio al Mejor Disco de Cante Revelación Flamenco Hoy. Alegrías y soleá son algunos de los palos por los que se medirá mañana a las 19 horas en el Palacio Villavicencio, acompañado por la guitarra de Víctor Rosa.
