El Betis, inmerso aún más en la vorágine institucional tanto por el espinoso asunto de presuntos amaños de Jordi Figueras como por los macabros cánticos propinados desde la grada de Gol Sur en favor de Rubén Castro, viaja este fin de semana hasta Miranda del Ebro para verse las caras contra el Mirandés, conjunto de la mitad de tabla que acostumbra a ser aguerrido en su coqueto feudo.
Un estadio, el de Anduva, que siempre es de grato recuerdo para el aficionado bético. Allí, un mes de enero de 2005, los verdiblancos disputaron el encuentro de ida de los octavos de final de una Copa del Rey que terminaría levantando en el Vicente Calderón en aquella anhelada final frente a Osasuna. Precisamente, en esta localidad burgalesa comenzó el camino hacia el segundo entorchado copero, en la que fue la primera y única visita hasta la fecha al estadio del Mirandés. Con 1-3 finalizó aquel encuentro en el que Edu, Oliveira e Israel hicieron los goles del equipo comandado por Serra Ferrer.
Esta vez, el contexto es bien distinto. Los de Mel necesitan sumar de tres en tres para lograr el objetivo del ascenso, que además este fin de semana podría acariciar un poco más si se dan unos resultados favorecedores. Por ejemplo, el líder, Las Palmas, recibe en su estadio al Tenerife, pero es un derbi y eso se palpa. Y por su parte, el colíder, el Sporting, viajará a Pucela para vérselas con el Valladolid. Es decir, una victoria en Anduva, que debe ser casi de obligado cumplimiento, podría situar los heliopolitanos en los más alto de la tabla, pero lo primero será ganar allí.
Renella y Xavi Torres por Molina y Reyes
A priori es la opción por la que Pepe Mel optará en Anduva para suplir las bajas por sanción de Jorge Molina y de Lolo Reyes. Renella, así como el recuperado Xavi Torres, ganan enteros para salir como titulares el próximo domingo, además de Molinero después de que el Comité de Competición le haya quitado la amarilla que vio ante el Girona.
