El 'Plan de Control de Mosquitos', puesto en marcha por la Diputación de Huelva, actuará en 2015 sobre un total de 130.000 hectáreas de un total de doce municipios de la provincia. El objetivo es reducir las poblaciones de mosquitos con dos premisas fundamentales: el máximo rendimiento y el mínimo impacto ambiental.
Según ha informado este domingo la Diputación en una nota, el ámbito geográfico de las actuaciones abarca Ayamonte, Lepe, Isla Cristina, Cartaya, Aljaraque, Punta Umbría, Gibraleón, Huelva, Palos de la Frontera, Moguer, San Juan del Puerto y Almonte, lo que suma un total de 130.000 hectáreas.
En este espacio aparecen dos medios claramente diferenciados. Por una parte, 16.000 hectáreas de marisma mareal donde el flujo y reflujo de las mareas en conjunción con factores topográficos y biológicos dan lugar a 4.600 hectáreas de marisma susceptibles de albergar poblaciones larvarias de mosquitos.
Y, por otra, 114.000 hectáreas de medio urbano y rural, donde se encuentran 25 núcleos de población, así como multitud de emplazamientos industriales, agrícolas y ganaderos, red viaria y complejos de ocio, todas ellas con multitud de focos de mosquitos de índole muy diversa.
Las estrategias de control son "complejas", ya que en muchos casos se diseñan específicamente en función de las características particulares del foco. A grandes rasgos, en las marismas mareales el control va dirigido a las especies 'Aedes caspius' y 'A. detritus'. El periodo de tratamiento abarca desde el 1 de marzo al 30 de octubre.
Las 4.600 hectáreas de marisma que generan focos de mosquitos se han dividido en 94 parcelas de tratamiento y cada una de ellas se tratan en cada periodo mareal, 16 en total, por 25 equipos de trabajo conformado por dos operarios cada uno, esto hace que para el 2015 haya más de 2.000 actuaciones de tratamiento larvicida en marisma.
Además en esta época del año, están previstas cuatro intervenciones aéreas, coincidiendo con las mareas de alto coeficiente. En el medio urbano y rural el control va dirigido a especies de culicinos, fundamentalmente Culex pipiens.
Las 114.000 hectáreas de superficie protegida se encuentran divididas en 17 zonas y se realizan actuaciones larvicidas y adulticidas, en número aún indeterminado, ya que en gran parte de los casos obedecen a factores imprevisibles, aunque suele suponer un 20 por ciento del esfuerzo total.
El Plan cuenta también con tres máquinas pulverizadoras de volumen ultrabajo, dos de ellas se adquirieron el pasado año y una es nueva en 2015, y permite cubrir mucha más superficie con menos cantidad de insecticida.
Para abordar este Plan 2015, el Servicio de Control de Mosquitos cuenta con una "sólida" estructura, con una "amplísima" experiencia fraguada en los casi 30 años anteriores, formada por 35 oficiales aplicadores, además de 14 operarios contratados por seis meses para reforzar las labores de verano. En conjunto, junto a los capataces, biólogos, técnicos de laboratorio y resto de personal, el servicio está conformado por un total de 60 personas.
Paralelamente a la labor de control de mosquitos, el Servicio desarrolla una "intensa" labor investigadora en aspectos relacionados con la mejora continua de los tratamientos y en salud pública.