Decía Jack Welch que “si se busca un mínimo de excelencia, el ambiente debe reflejar dicha excelencia”. Esto es lo que nosotros, entrenadores, preparadores físicos, delegados, ayudantes, etc. debemos lograr. ¿Se puede entrenar mucho? Sí, claro, según qué objetivos tengamos y otros factores...
Lo difícil es idear entrenamientos de CALIDAD, porque entrenar mucho es difícil a cualquier edad (niños con clases particulares, pequeños que juegan a otros deportes, adolescentes con una exigencia académica cada vez mayor, etc.).
Sigo viendo equipos que aún siguen calentando dando vueltas al campo. No está mal, según el contexto, pero con las pocas horas que tenemos de campo, y aquí viene el primer consejo, debemos realizar calentamientos con balón, introducir gesto técnico o empezar a preparar la parte principal de la sesión. Si por ejemplo voy a trabajar ejercicios de posesión de balón, podríamos calentar, tras una previa activación muscular correctamente realizada, con un rondo, ¿no?
Luego tenemos el problema del espacio, a veces incluso medio del medio del medio campo de albero. ¿Qué consejo puedo daros aquí? Integrar TODO. Desde las habilidades perceptivo motrices y/o habilidades básicas que deberíamos trabajar en categorías inferiores hasta el acondicionamiento físico desde infantiles en adelante. ¿Cómo? Teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
– Reglamento.
– Técnica.
– Espacio deportivo.
– Tiempo deportivo.
– Comunicación motriz.
– Estrategia motriz.
Los cuales son MODIFICABLES y FLEXIBLES. Y muchos pensaréis… ¿Cómo?
Ir calentándose el coco, buscando en “San Google”... En el próximo post (próximamente) os daré algunos trucos.
Eugenio Pedregal Forte es graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Actualmente soy entrenador personal en el centro ACTIVA-T Deporte y Salud, preparador físico en el Trasmallo FC y readaptador deportivo en el mismo club. Primera parte.