El buque escuela de la Armada Española, Juan Sebastián de Elcano, fue el protagonista en los primeros días de 2015 al recibir de la Diputación Provincial de Cádiz y de manos de su presidente, el alcalde de San Fernando José Loaiza, de la Corbata de la Diputación en la bandera de combate del bergatín-goleta.
Comenzaba un nuevo crucero de instrucción con la particularidad de que se había retomado la tradición perdida por la que la dotación del buque se despedía de la Patrona de la Marina, la Virgen del Carmen, en la iglesia conventual de los Carmelitas Descalzos de San Fernando.
Se adelantaba así este acontecimiento que ratifica una vez más la vinculación de la Bahía con el buque, al primer acto estrictamente militar, la Pascua Militar celebrada en la que fue la Capitanía General de la Zona Marítima del Estrecho, hoy manteniendo el nombre a título honorífico y albergando un Museo que está en fase de consolidación.
La Pascua Militar abre el año haciendo balance del anterior, en el que se vislumbraba un respiro a la precariedad económica en las Fuerzas Armadas, que además se ha confirmado como una bocanada de aire en los últimos meses de 2015.
Ese mismo mes de enero tenía lugar otro acontecimiento singular, doblemente singular. El Ayuntamiento licitaba las obras de restauración de la Casa Lazaga que se estaba cayendo a pedazos y lo hacía con una rebaja de 138.000 euros sobre el presupuesto inicial. Esa era la primera singularidad.
La segunda es que a mediados de año el contratista paró las obras porque se había quedado corto a la hora de pujar y porque había encontrado más problemas de los esperados. Lo que ocurre cuando no se exige un proyecto técnico a la empresa, según criticaron los socialistas.
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Carnaval
Febrero es mes de carnaval y las salineras de la Feria del Carmen se vistieron de colombinas en el atrio del Ayuntamiento antes de que José Luis García Cossío El Selu ofreciera el pregón pasando revista a las chirigotas más aplaudidas de su repertorio.
El Chupinazo y la proclamación del Quesero dieron comienzo a los actos donde hubo también entrega de otros premios. Los hubo en el atrio durante la proclamación de colombinas y los hubo en el Chupinazo.
El mes de marzo supuso un jarro de agua fría y otro caliente en lo que respecta a la sanidad en la ciudad. El delegado del Gobierno de la Junta, Fernando López Gil, decía en el mes de marzo que el Servicio Andaluz de Salud no tenía dinero para abrir las Urgencias en el Hospital de San Carlos.
Sin embargo, no sería la única visita al Hospital durante el año pasado. El traslado de la Unidad de Salud Mental a San Carlos y la llegada del TAC, además de la apertura de las primeras hospitalizaciones para estancias cortas han marcado el devenir de un centro que se va llenando poco a poco de contendido. Y de material de primera calidad.
En el plano asistencial, la Residencia de Ancianos de la Cruz Roja de San Fernando recibió el esperado certificado de calidad a nivel avanzado, un reconocimiento que otorga la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía.
Militares (Segundo video)
También el estamento militar lograba culminar otro proyecto, como es la finalización del nuevo Cuartel General de la Infantería de Marina donde antes estaba el Centro de Instrucción de Marinería.
El traslado a San Carlos abría además las puertas al uso del palacio de la Capitanía a sus proyectadas funciones de museo, que comenzaron poco después. Y tan poco. En una semana abrió sus puertas, aunque muy parcialmente.
La gran pifia del año estuvo también en otro edificio público que se abría al público a finales de marzo con el fin de ser el principio del eje cultora de la calle Real.
El castillo de San Romualdo presentaba además una programación que con el cambio de gobierno fue suspendida. Y no por motivos políticos, sino porque los populares abrieron el castillo sin estar terminado y pendiente de importantes medidas de seguridad.
Cultura
Pero la cultura siguió manando de las asociaciones ciudadanas y los mismos que la programación de flamenco organizada por Flamenco de La Isla tuvo que prescindir del castillo y mudarse al Parque Almirante o a las calles de la ciudad, Antonio Mota se sumaba a la resurrección del flamenco de La Isla con un documental basado en sus esculturas.
El Bosque de Musas iba a ser una exposición itinerante del escultor isleño autor de la estatua de Camarón, pero terminó salpicado de flamenco que finalmente se proyectó en el Centro de Congresos con la vista puesta en festivales cinematográficos.
La Real Academia de San Romualdo de Ciencias, Letras y Artes daba un paso adelante presentando a mediados del mes de mayo una programación para conmemorar el 250 aniversario del primer ayuntamiento de La Isla; programación que la Institución ofreció a la ciudad. Y bien que hizo porque una vez comenzado 2016 no haya programación oficial conocida.
Lo que sí había hecho el Gobierno de José Loaiza era iniciar las obras de recuperación de la casa natal de José Monje Cruz, Camarón de la Isla, que finalmente no fue una recuperación, sino una demolición del 90 por ciento del edificio. Y críticas para todos los gustos.
La cultura, en ese mismo mes, sirvió para todo lo contrario. Para ralentizar un proyecto que aún no se sabe cómo va a terminar. La aparición de un 45 enterramientos en los terrenos del Janer además de varios hornos lo dejaron todo en manos de Cultura.
El proyecto comercial de Janer ha pasado desde entonces de ser un futuro revulsivo económico a convertirse en un motivo más de enfrentamiento entre el PP y el PSOE. Y sigue parado, con una prórroga pedida por Zona Franza y el PSOE diciendo que es que no hay dinero.
La historia de La Constructora
Algo faltaba en San Fernando y era un libro con la historia del final de la extinta Fábrica de San Carlos. Se presentó finalmente a finales de junio escrito por seis antiguos trabajadores, con la colaboración de historiadores isleños y de los fondos del Museo Histórico Municipal. ‘La Constructora, su grandeza y su tragedia’, fue presentada en el Centro de Congresos por Francisco Sánchez Reyes, el último presidente del comité de empresa y el último presidente del consejo de administración cuando los propios trabajadores se quedaron con la fábrica en un intento titánico por mantenerla a flote.
Como autores del libro figuran el propio Francisco Sánchez Reyes, José Rodríguez Gómez, Sebastián Gómez Gómez, Manuel Roldán, Tomás Otero y Francisco Pérez Iglesias. En sus páginas está “toda la verdad, la conocida y la desconocida” y los nombres de muchos que para bien o para mal han formado parte de su gloria y su decadencia.
Elecciones municipales
La ciudad ha cambiado de equipo de gobierno, al menos en una gran parte, pero el cambio anunciado no se acaba de ver. Es poco siete meses, máxime cuando los políticos estilan a trabajar en la sombra durante los dos primeros años para mostrar resultados al final del mandato, pero es lo que ha dado de sí desde que el 13 de junio de este año tomara en sus manos el bastón de mando la primera alcaldesa de la historia de San Fernando.
Siendo un año electoral desde incluso antes de empezar, los últimos cinco meses del mandato de José Loaiza, del Partido Popular y el alcalde más breve de la democracia -a excepción de Rodríguez Viaña, salvo error u omisión- ha estado marcado por proyectos en los que se trabajó durante los años anteriores pero que no terminaron de cuajar.
El alcalde saliente se presentó ante los electores en el mes de mayo con los deberes hechos -eso aseguró, aunque ahora el nuevo gobierno se lo discute- en materia económica y con una política de ahorro a ultranza, al estilo de Gobierno central.
Lo poco que pudo hacer de cara al exterior lo vendió mal o no lo vendió y su política de comunicación se convirtió en el principal lastre para la reelección. Sobre todo teniendo en cuenta que tenía que explicar lo intangible para el gran público, el saneamiento económico de un ayuntamiento que venía de perder 7,8 millones de euros y tenía los cajones llenos de facturas sin pagar a los proveedores.
A eso se le une el desgaste de su partido como marca, como se demostró en los comicios autonómicos y en los propios municipales, lo que anunciaba un batacazo electoral que se consumó finalmente a finales de mayo.
Los socialistas ganaron esas elecciones con las mismas armas que han venido usando desde hace años, el sello de Fernando López Gil que le ha servido a Patricia Cavada para encabezar la lista más votada y tener los demás resultados a su favor.
La irrupción de Podemos con la marca Sí se puede San Fernando -con cuatro concejales y la firme resolución de que no gobernara la derecha- le benefició a la hora de el PP pudiera fraguar un pacto de gobierno con Ciudadanos -que ganó un concejal-, pero sobre todo las malas relaciones del PP con los andalucistas.
Ahí ha estado la clave del desenlace final porque de todos era conocido que Francisco Romero no volvería a pactar con Loaiza salvo que no tuviera otra salida después de tantas puñaladas por la espalda como recibió en los cuatro años de socio de gobierno. Y tenía otra salida.
Ya constituido el Gobierno sin mayoría absoluta, un bipartito que depende de los votos de algún grupo político y que en estos siete meses ya ha sabido lo que es morder el polvo, la realidad al día de hoy es que los proyectos históricos que han estado parados siguen estando parados y los que se anunciaban están anunciados. Pero ni un ladrillo.
Si acaso alguien se puede apuntar el mérito de haber licitado y adjudicado la primera fase de la obra del Ayuntamiento, que el PP se arroga y que el PSOE se anota.
Los “muertos” que dejaron los andalucistas están ahí y a cada uno de los dos gobiernos de este año se les ocurren cosas distintas. Pero no salen.
Y llegó el verano
Llegó la Feria del Carmen y de la Sal con los mismos problemas de siempre y se adentró el verano con las quejas de los usuarios de la playa por la falta de aparcamientos en la playa con más plazas de aparcamientos de la provincia.
Y se pusieron medidas para evitar los atascos a la vez que se presentaba un proyecto para dotar los accesos de amplitud, acera y carril bici. A la espera de los permisos, claro está.
El verano en la ciudad sólo se notó por la gente en la calle huyendo del calor y la música del ciclo Conciertos en La Mayor, municipal, y la programación flamenca de Flamenco de La Isla, con ayuda oficial, pero poca.
También por plaga de mosquitos que asoló la ciudad y principalmente el complejo Bahía Sur, construido entre marismas donde tuvieron que cerrar establecimientos ante la imposibilidad de suportar los picotazos.
Y en esto que el nuevo gobierno anuncia un giro copernicano en los planes del anterior equipo municipal anunciando que se baraja construir el Museo Camarón en el solar junto a la Venta de Vargas -con la oposición manifiesta de la viuda del cantaor- y que comenzaría con tiempo suficiente para llegar al 25 aniversario de la muerte del cantaor. Poco se sabe del proyecto.
La celebración del 24 de Septiembre fue de bajo fuste, cada año menos, aunque con la visita de Josep Borrell que ofreció uno de los mejores discursos institucionales que se recuerdan.
Y ya en noviembre, volvió la polémica con una fiesta en auge como es Halloween y otra que decae, los Tosantos y el Día de los Difuntos. Al final ganó la primera por goleada porque los vecinos de Camposoto han querido apostar fuerte y están a punto de convertirla en un acontecimiento, por ahora, provincial. Y de ahí para adelante.
La otra polémica, para terminar el año, es la acostumbrada. Papa Noel y Reyes Magos. Van empatadas, pero lo que está claro es que la Asociación de Reyes Magos y su campaña Ningún niño sin juguetes se ha convertido en un elemento fundamental en la celebración. Y además con toda una ciudad volcada con la causa solidaria que promueve cada año.
En lo que respecta a la Semana Santa y otras fiestas religiosas celebradas, el resumen del año está por hacer, pero no es tema que entre en estas páginas de información general.
Por cierto, del tranvía para qué hablar.
