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Campo de Gibraltar

El Fandi y Galván, a hombros en la plaza de la Montera

La gente respondió con media entrada, y la tarde agradable se sumaba al festejo, que en parte resultó entretenido

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  • El Fandi. -

La corrida feriada barreña tuvo varios alicientes. Uno de ellos la modalidad de concurso y la otra unos precios ajustados a la economía de hoy, donde costaba en cualquier localidad el tendido 20 euros para los jubilados y 30 el tendido general. La gente respondió con media entrada, y la tarde agradable se sumaba al festejo, que en parte resultó entretenido.

Se lidiaron toros por orden de salida de Gavira, Torrestrella, Santiago Domecq, El Torero Tapatana y La Palmosilla, destacando el soltado en segundo, tercero, cuarto y sexto.

El Fandi recibió silencio en su primero y una oreja en cada uno de los tres que mató. David Galván recibió palmas tras aviso en su primero, dos orejas tras aviso, y ovación tras aviso en el último.

El primero de El Fandi, toro noble con buen son pero que al final se aburrió, de Gavira, le permitió, noble y obediente, realizar un toreo sobrio e inteligente.

Le cortó la primera oreja de la tarde al tercero. Un toro manejable de Santiago Domech que tomaba puyazos. Realizó una faena con pulcritud y pausado trasteo.

El quinto, de Tapatana, manso para el caballo y la muleta, el granadino lo sometió a labor lidiadora tesonera y enjundiosa, ligando varias tandas. Desplegó su poderío y oficio en banderillas, y estuvo variado dando fiesta con el capote.

Se esperaba mucho de David galván. Le tocó en suerte un toro de Torrestrella, que fue aplaudido en el arrastre, que tomó tres laras arrancándose de largo. Estuvo oportuno y exquisito con los quites y el saludo capotera, toreando despacio y dando la dimensión de un buen toreo. Todo lo echó a perder por mal uso del descabello.

En su segundo, con el hierro de El torero, el de más presencia, de bella estampa y de capa melocotón, estuvo muy decidido y con valor, logrando una faena de momentos estéticos. El toro había tomado dos puyazos en su encuentro con el caballo y colaboró hasta el final.

Con la tarde hacia arriba, el sexto, de La Palmosilla, bravo y el que mejor juego dio en la muleta, David estuvo soberbio con el capote, llevándolo a toromedios, cerrando con airosos recortes. El animal tomó dos puyazos, también arrancándose de largo. Brilló con la muleta en exquisitos muletazos de corte clásico, aprovechando la bravura y nobleza y el buen son del de La Palmosilla. Pero entendió a la perfección. Y fue una faena de altos vuelos, que malogró con la espada. Lamentablemente, se le fue un triunfo de clamor. Todo quedó en ovación. Habrá que esperarlo en la Feria de Algeciras y el carretón debe estar al orden del día.

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