Así lo explicó en rueda de prensa el comandante de la Guardia Civil Javier Rogero, que se felicitó por el desarrollo de una operación “limpia y ejemplar” que contó con la colaboración “diligente y rápida” de las autoridades albanesas.
Rogero relató que la localización de Bushi en Albania fue posible tras un control exhaustivo de su entorno más cercano, tanto en España como en su país de origen.
No obstante, el detenido adoptaba estrictas medidas de seguridad para evitar ser detectado en Laç, su localidad natal, a la que había huido tras ser puesto en libertad en España por error el pasado 31 de marzo.
Vivía en una casa de clase media para no llamar la atención, cuando viajaba en su coche cambiaba continuamente de velocidad y daba varias vueltas en las rotondas para detectar si era seguido.