El césped del estadio municipal Antonio Barbadillo ha experimentado una gran mejoría desde que se iniciaron las primeras labores de recuperación del terreno de juego, que incluían el levantamiento completo del césped y la incorporación de tierra nueva libre de las infecciones que contenía la anterior. El encargado de la mayoría de las faenas de recuperación ha sido nuevamente Isaac Silva, el groundsman o responsable del cuidado y mantenimiento del césped, una ocupación cada vez más especializada y por la que ya ha empezado a ser muy bien considerado en los círculos futbolísticos, no en balde ha trabajado recientemente en el campo de juego del Sevilla F.C., el Ramón Sánchez Pizjuán, un rectángulo de Primera División, el escalafón más alto al que puede aspirar un cuidador de césped natural de campos de fútbol. “El proceso va según lo previsto. Se sembró a mediados de septiembre y las primeras semillas empezaron a brotar a los tres días y medio, comenzando a presentar un aspecto general saludable”.
El que un terreno de juego ofrezca una buena imagen depende de múltiples y variados factores, como la climatología, la respuesta que dé el suelo donde se asiente, etc. “Espero que para el día 12 de octubre esté completamente preparado, pero siempre hay que esperar a que el campo tenga no solo un grato aspecto a la vista sino que pueda aguantar los hongos y las infecciones que aparezcan a última hora, la tracción o agarre de las raíces para poder soportar un partido o no. Es algo que hay que ir viendo sobre la marcha”.
Para saber si se puede utilizar el campo una vez que ha sido resembrado hay que realizar una prueba de tracking o tracción, que determinará si el terreno de juego será capaz de resistir el uso que le den los jugadores, lo que se puede hacer en un entrenamiento normal. Las altas temperaturas que continúan produciéndose en esta época del año no son aconsejables para este tipo de cuidados, en el que se incluyen la siembra de semillas, ya que pueden perjudicar su desarrollo y extensión con el peligro de que puedan aparecer los temidos hongos, que retrasarían el estreno del nuevo césped, una circunstancia que puede darse con suma facilidad ya que, comenzado el mes de octubre, aún ronda el termómetro por encima de los 30 grados. “Cuando la yerba ya esté desarrollada en su crecimiento hay que abonarla y tratarla con productos fitosanitarios (fungicidas, insecticidas…). Son labores de trámite y espero que todo salga bien, pero hay que estar muy alerta, todas las horas que se le echa al campo son pocas”. También es un momento idóneo para ampliar las dimensiones del terreno de juego, pero esto es algo que no preocupa a Isaac. “Se puede llegar a un límite, que es el que marca el bordillo de las líneas de fondo del campo hasta donde se ha construido el drenaje, los aspersores y la tierra preparada, pero creo que se va a quedar tal como lo conocemos hasta ahora y con las mismas dimensiones ya que habría que habilitar nuevos pivotes para las porterías y eso complica aún más las obras”. Isaac Silva recuerda con nostalgia que hace ahora 11 años que se inauguró el nuevo estadio, un 23 de octubre del 2005. “Al menos la parte aérea se va a volver a estrenar casi en la mismas fechas del mes de octubre si es que no surge algún contratiempo de última hora, como pudiera ser la aparición de hongos. Yo fui protagonista en aquel entonces, cuando recibimos al Cádiz B estrenando el césped por primera vez en la historia de la ciudad, venciendo por 2-1. Para mí fue una fecha maravillosa y espero que los jugadores actuales del Arcos C.F. sientan la misma sensación que yo experimenté aquella tarde y que sea con una victoria. El Barbadillo tiene que ser un fortín y no se nos puede escapar ningún punto para que el equipo siga arriba de la clasificación”. Si se retrasara el regreso del Arcos al Barbadillo por algún factor imprevisto, la siguiente fecha para el reestreno del terreno de juego sería la del 23 de octubre frente al Coria C.F., que entonces sí coincidiría con exactitud con aquel día de octubre del 2005. Esperemos que, si es así, también sea con un triunfo.