El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha tendido la mano al diálogo "con todos" nada más ser investido y ha ratificado su petición de que el acuerdo no se quede en esta sesión de investidura y pueda gobernar.
Rajoy ha hechos estas declaraciones en los pasillos del Congreso después de haber recibido la ovación de los diputados de su partido tras la investidura y haber recibido la enhorabuena, entre otros, del portavoz del grupo socialista, Antonio Hernando, y del líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Ante las críticas que ha recibido su discurso de hoy por parte de varios portavoces al considerar que ha dejado entrever que no va a ceder en sus políticas, ha dicho que él ha hecho la intervención "que tenía que hacer" y que es continuación de la que pronunció el miércoles.
Un discurso que ha fundamentado en la oferta de pactos de Estado y en pedir responsabilidad ante los grandes compromisos del país.
El jefe del Ejecutivo ha garantizado que él va a defender el interés general siendo consciente de las dificultades que aún pasan muchas personas.
Ha insistido en que él va a trabajar por el acuerdo, pero que no sólo el Gobierno debe hacer los esfuerzos porque hay compromisos de España como país a los que nadie puede renunciar.
De la misma forma, ha recalcado que él no va a negociar la unidad de España ni la soberanía nacional. "Ni puedo, ni debo, ni quiero", ha subrayado.
"Entre todos podemos llegar a entendimientos y debemos intentar convertir esta situación difícil y compleja en una oportunidad. A ver si somos capaces, tenemos acierto y serenamos todos los ánimos", ha agregado.
Rajoy ha destacado que el PP ha gobernado durante cuatro años difíciles, pero que "con fuerza, coraje y determinación" se han ido superando.
"Hay mucha tarea por hacer y vamos a volver a hacerlo", ha sentenciado.