La Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, a través de la Agencia Pública Andaluza de Educación, ejecutará, a lo largo de las presentes vacaciones de Navidad, dos obras en sendos centros educativos de Córdoba para la retirada de elementos constructivos con amianto, actuando así en un periodo no lectivo para no afectar al desarrollo de la actividad docente.
Estas actuaciones, según la información facilitada a Europa Press por la Delegación de Educación de la Junta en Córdoba, a cuyo frente se encuentra Esther Ruiz, están presupuestadas en 7.024 euros y se enmarcan en la planificación para la eliminación progresiva del amianto en las infraestructuras educativas, que fue aprobada por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía el pasado 5 de julio.
En concreto, las actuaciones se van a desarrollar en el Centro de Enseñanza Infantil y Primaria (CEIP) San Lorenzo, en Córdoba, con un presupuesto de 5.931 euros, y en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Álvarez Cubero, en Priego de Córdoba, con una cuantía de 1.092 euros.
Los trabajos se inscriben así en el plan de retirada progresiva del amianto, que se desarrollará en distintas fases hasta el año 2022, con una dotación presupuestaria de 60 millones de euros para toda Andalucía. El plazo y los recursos asignados a cada intervención dependen de la conservación y vida útil del material evaluado, de su dimensión, de su mayor o menor accesibilidad y de si requiere o no material de reposición.
La Agencia Pública de Educación realiza desde el pasado mes de julio un trabajo de inspección e inventariado, para contar con un registro de infraestructuras educativas con presencia de este material, que es el primer paso del proceso de actuación en la planificación de retirada de amianto de centros educativos.
Dadas las especiales condiciones de seguridad que requiere la manipulación de este material, las empresas encargadas de la retirada del mismo deben pertenecer al registro de empresas con riesgo por amianto.
Desde Educación se ha recordado que la mera presencia de fibrocemento no debe ser motivo de alarma para la comunidad educativa. Solo si el material se manipula, perforándolo o cortándolo, o en menor medida si se rompe, puede haber riesgo de desprendimiento de partículas de amianto, situación que hasta el momento no se ha detectado en ningún centro escolar.