El ex primer ministro francés Manuel Valls, que el próximo domingo se disputará la segunda vuelta de las primarias socialistas contra el exministro de Educación Benoît Hamon, se mostró hoy contento por el resultado de la primera vuelta, en la que quedó segundo, y subrayó que "nada está escrito".
"Una nueva campaña empieza a partir de esta noche. Una elección muy clara se nos presenta a nosotros y a vosotros: La elección entre el fracaso garantizado y la posible victoria, entre promesas irrealizables y una izquierda creíble que asume las responsabilidades del país", dijo.
Valls, exnúmero dos del presidente François Hollande, consideró que la izquierda que él encarna tiene posibilidades en las elecciones presidenciales de los próximos abril y mayo, y dijo ser un "combatiente", que apuesta por una izquierda "fuerte y creíble".
En crítica directa a la propuesta estrella de Hamon, la de una renta universal que contempla una asignación mensual de 750 para todos los franceses, destacó que no cree en una medida "de un precio exorbitado", que implicaría "aumentar de forma masiva los impuestos y los déficits".
Su intervención ante la prensa tras conocerse los resultados provisionales, en los que Hamon y él obtienen porcentajes respectivos del 36,12 % y 31,24 % de los votos, apuntó que "rechaza abandonar a los franceses a su suerte", con promesas que no se pueden cumplir.
Valls, de 54 años, dijo no querer dejar a los franceses solos ante la ultraderecha de Marine Le Pen o la derecha "dura y liberal como nunca" del conservador François Fillon, ante los Estados Unidos del presidente, Donald Trump, o ante la Rusia de Vladimir Putin.
Su comparecencia hizo además un repaso a su programa electoral y a su defensa de más medios para las fuerzas del orden o de la Justicia, y afirmó que él "encarnará con fuerza el laicismo" y defenderá "la libertad y la igualdad".