España y Francia refuerzan sus vínculos de amistad en Málaga con la celebración de la vigésimo quinta Cumbre Hispano-francesa celebrada este lunes en la capital, en la que han marcado la lucha contra el terrorismo, el desafío de las migraciones frente a los muros de Estados Unidos y el impulso de un proyecto de Europa unida como prioridades de cara a la celebración de la cumbre europea el próximo del 25 de marzo en Roma, coincidiendo con la conmemoración del 60 aniversario de la firma del Tratado de Roma que creó la Comunidad Económica Europea.
Un encuentro en el que se han suscrito hasta nueve acuerdos, entre ellos, uno que permitirá recibir todo el material incautado a ETA desde 1999. Además, el presidente francés ha invitado al jefe del Ejecutivo Español, Mariano Rajoy, a una reunión en Versailles el próximo 6 de marzo que contará con la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni. El objetivo es que los líderes de estos cuatro grandes países europeos acuerden posiciones comunes para diseñar una hoja de ruta, especialmente tras la decisión de Reino Unido de salir de la Unión Europea.
El genio de la Plaza de la Merced, Pablo Picasso, y la sede en Málaga del Centre Pompidou, la primera fuera de Francia, y donde ambos han comparecido, han servido de símbolos de las buenas relaciones entre nuestro país y el vecino galo, basadas en la cultura y posicionamientos políticos comunes.
Si la pasada semana el Rey Felipe VI se interesaba por los nuevos fondos artísticos que exhibe la ciudad, este lunes ambos dirigentes han aprovechado su visita a Málaga para también conocer de primera mano parte de la impresionante colección arqueológica que atesora el recién inaugurado Museo de Málaga, en el Palacio de la Aduana. Hollande y Rajoy han disfrutado de algunos de los puntos más importantes de la parte arqueológica, como son la Colección Loringiana, la Tumba del Guerrero y el mosaico del Nacimiento de Venus.
