La Unión Sevillana del Taxi, una de las organizaciones mayoritarias en el sector del taxi hispalense, ha celebrado este jueves una asamblea general de afiliados, para tratar los turnos de trabajo y el conflicto relativo a los vehículos de transporte concertado (VTC). La organización, en se sentido, se ha desligado del último altercado sufrido por el conductor de un vehículo de transporte concertado, alegando que los taxistas defienden su trabajo "de manera normal".
Fernando Morales, presidente de Unión Sevillana del Taxi, ha explicado a Europa Press que aunque la asamblea ha girado en torno a "tres opciones" propuestas en torno a una posible modificación de los turnos de trabajo, el colectivo ha decidido "seguir" con el vigente calendario. "Seguimos como estamos", ha dicho. Del mismo modo, ha expuesto que durante la asamblea ha sido tratado el conflicto relativo a los vehículos de alquiler con conductor, dando además cuenta de los "litigios" que hay "a nivel nacional" por la irrupción de las empresas de esta actividad en el sector del transporte.
EL ALTERCADO DE LA BARQUETA
Respecto a la reciente denuncia de una de esas empresas, uno de cuyos conductores habría sido bloqueado y retenido por varios taxistas cuando prestaba un servicio concertado en el entorno del puente de la Barqueta, Morales ha asegurado que a su organización no le "consta" ese incidente. "Defendemos nuestro trabajo de forma normal", ha aseverado, asegurando que el sector del taxi está sufriendo situaciones de intrusismo por parte de estas empresas. "Se están metiendo en nuestro trabajo", ha dicho.
Y es que después de que la empresa de alquiler de coches con conductor Cabify desembarcase en Sevilla el pasado mes de septiembre, los taxistas denuncian supuestas situaciones de "intrusismo" por parte de los conductores de esta y otras empresas con licencia para vehículos de transporte concertado. Los conductores de Cabify y las demás empresas de esta actividad, de su lado, denuncian sucesivos y repetidos casos de violencia o acoso en su contra, a cuenta de su actividad.
DIFERENTES PROBLEMAS
Todo ello, en un escenario en el que el sector del taxi está marcado por no pocas voces y alusiones a presuntos cobros abusivos, supuestas situaciones de violencia y el monopolio que un grupo de taxistas habría impuesto para hacerse con el control absoluto de la parada del aeropuerto de San Pablo, sujeta a una tarifa única con un precio de 22,2 o 24,75 euros.
Frente a estas problemáticas, el Ayuntamiento anunciaba que antes de que acabase febrero, serían aproximadamente 20 los agentes de la Policía Local destinados a su Servicio Especial de Transporte e Intrusismo (SETI) o asignados a las paradas de taxi del aeropuerto de San Pablo y la estación de trenes de Santa Justa, para "combatir el intrusismo, las conductas irregulares o los cobros abusivos". "Van a trabajar en uno y otro sentido", manifestaba recientemente Juan Carlos Cabrera, concejal de Movilidad y Seguridad del Ayuntamiento.