El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, prevé intensificar su presencia en Cataluña durante el mes de mayo coincidiendo con una etapa clave del proceso soberanista que abandera el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.
En concreto, y a la espera de confirmación oficial, tiene en su agenda viajar en tres ocasiones hasta esta comunidad después de haber estado ya en ella dos veces el mes pasado.
Para la primera semana de mayo prevé participar en un acto organizado en Barcelona por Fomento del Trabajo, la principal patronal catalana, muy crítica con el proceso soberanista porque considera que no sería bueno para las empresas ni para atraer nuevas inversiones.
Se baraja, según fuentes del Gobierno consultadas por Efe, que ese acto pueda celebrarse el 4 de mayo, aunque está condicionado por el hecho de que esa jornada y la anterior se debaten y votan en el pleno del Congreso las enmiendas de totalidad presentadas por los grupos parlamentarios al proyecto de ley de presupuestos.
Una votación ante la que, si consigue finalmente el apoyo del PNV, el PP no puede permitirse la ausencia de ninguno de sus diputados, entre ellos Rajoy, para que, junto a los de los nacionalistas vascos, Ciudadanos y Coalición Canaria, los presupuestos sigan tramitándose.
Rajoy tiene previsto volver de nuevo a Barcelona el día 12 de mayo con motivo de la inauguración del Salón Internacional del Automóvil.
Se trata de un acto en el que podría coincidir con Puigdemont, de la misma forma que compartió mesa con el anterior presidente de la Generalitat, Artur Mas, en un almuerzo con directivos de la industria del motor previo a la inauguración en 2015 del último Salón del Automóvil celebrado en la Ciudad Condal.
El presidente del Gobierno será fiel poco después a una cita a la que lleva acudiendo desde 2004, las jornadas anuales organizadas en Sitges por el Círculo de Economía.
Unas jornadas que se celebran habitualmente a finales de mayo y que, según han informado a Efe fuentes de su organización, se convocarán del 25 al 27 del próximo mes y será el último día cuando intervenga el presidente del Gobierno.
El Círculo de Economía congrega cada año a los principales líderes políticos para conocer sus propuestas económicas.
Por ejemplo, las del año pasado reunieron, entre otros, a Rajoy, Puigdemont, el entonces líder del PSOE, Pedro Sánchez; el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias; el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera; y el líder de ERC y vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras.
En esta ocasión, esas jornadas comenzarán cuatro días después de que el 21 de mayo los militantes socialistas decidan en primarias quién será su secretario general.
Las fuentes del Gobierno subrayan que tanto Rajoy como su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y otros miembros del Ejecutivo seguirán acudiendo a Cataluña "con total normalidad" para continuar manteniendo contactos con representantes de la sociedad catalana.
Tal y como se ha venido poniendo de manifiesto desde el Ejecutivo, se pretende reforzar una labor de pedagogía sobre lo que el Gobierno viene haciendo y seguirá haciendo en Cataluña en favor de sus ciudadanos más allá de las relaciones que pueda tener con la Generalitat. Es lo que Rajoy quiso evidenciar la última vez que estuvo en Cataluña.
Fue el pasado 28 de marzo cuando presentó ante medio millar de empresarios, a los que pidió ayuda para "ganar la batalla de la moderación", un paquete de inversiones de 4.200 millones de euros en infraestructuras en Cataluña hasta 2020.
Aunque el Gobierno reconoce que la Generalitat "lo está poniendo muy difícil", reitera su disposición al diálogo "para hablar de todo lo que se quiera dentro de la ley y de las cosas que afectan a la vida diaria de los catalanes".
Fuera de esa oferta deja la posibilidad de un referéndum, que el Ejecutivo de Rajoy insiste en que hasta el propio Puigdemont sabe que no se puede celebrar.
Además, el Gobierno considera que el presidente de la Generalitat "está cosechando revés tras revés", como cree que se ha puesto de manifiesto esta semana con el comunicado de la embajada de Estados Unidos apostando por una España "fuerte y unida" y con la aclaración del expresidente estadounidense Jimmy Carter de que en su reciente reunión con él le trasladó que no se implicará en el referéndum catalán.
Y el Ejecutivo llama la atención sobre el hecho de que en un momento como éste, según se acerca el plazo que se ha dado a sí mismo el Gobierno catalán para esa consulta, surjan discrepancias en el seno de los independentistas, como las que cree que se están evidenciando últimamente.