Alejandro es un niño de ocho años que tiene un carrito especial para poder andar, ya que padece una minusvalía que no le permite caminar por sí solo.
La familia de Alejandro iba a pasar, ayer por la tarde, un rato en la playa de la Atunara, entonces, los padres dejaron el carrito junto al Restaurante La Marina, donde hay una rampa de acceso de minusválidos que llega, aproximadamente, hasta mitad de la playa.
VIVA ha contactado con el padre del menor, declarando que "la madre dejó el carro para bajar al niño y sentarlo en la orilla, porque el carro no puede pasar por la arena porque quedaría atascado. Fue en este intervalo de tiempo, en el que tardamos en preparar las sombrillas, cuando nos percatamos de que el carro ya no estaba donde lo dejamos", indicó.
Alejandro padre, declara que "este carrito tiene el valor de 2.500 euros aproximadamente, lo único bueno es que lo cubre la Seguridad Social, por lo que nos van a recetar uno nuevo, pero el problema es que mientras esperamos que nos proporcionen el nuevo carrito, que parece estará disponible en un par de semanas, Alejandro no puede moverse, aunque le han dejado una silla de ruedas para que, por lo menos, pueda ir al colegio, pero si hace falta yo lo cogeré en brazos".
Los padres denunciaron estos hechos a la Policía Nacional de La Línea, aunque el padre manifiesta que "no tenemos ningún dato de quien podría haber sido, si se trata de una gamberrada o alguien que ha podido confundir el carro con chatarra y se lo ha llevado".
