Saúl Ñíguez, centrocampista del Atlético de Madrid, expresó este viernes su emoción, con lágrimas incluidas, por todo el recorrido hasta su ampliación de contrato hasta 2026 con el club rojiblanco, repasó lo que le ha costado llegar hasta donde está y remarcó que sería un "sueño" jugar toda su carrera en ese equipo.
"Me faltaría renovar una o dos veces más, porque terminaría con 31 o 32 años. Sí sería un sueño. Ya lo he hecho saber con este contrato y lo haré saber cuando firmemos más. El club está creciendo. Y yo quiero crecer. Es el mejor sitio para hacerlo", aseguró el jugador internacional con el lema 'Saul2026' a su lado.
Hasta entonces ha firmado su nuevo vínculo con el Atlético, al que llegó en categoría cadete. Ahora tiene 22 años, ya acumula tres cursos completos en el primer equipo y, con su nuevo contrato, alcanzaría los doce cursos en el Atlético, con 31 años. "Esta renovación me pone muy contento, saber que el club de mi vida apuesta por mí", explicó en sus primeras palabras del acto.
"A mucha gente le sorprende los años que he firmado. Al final, cuando Miguel Ángel (Gil Marín) me propuso la renovación le dije que iba a firmar los años que quisiera, porque estoy donde quiero estar, feliz y el club sigue creciendo. Y yo quiero mejorar, crecer y hacerlo con el Atlético de Madrid", añadió el centrocampista.
En la sala Vip del estadio Vicente Calderón, hubo tres vídeos -uno de sus goles, otro de su infancia y uno de su debut con el primer equipo en 2012 contra el Besiktas- y dos fotos de grupo al final, una con su familia y otra con la directiva del Atlético, los ejes, junto con sus compañeros, que configuran su actual momento en el conjunto madrileño, titular, transcendente y renovado hasta 2026.
"Las imágenes para mí son muy emotivas", dijo nada más terminar un vídeo sobre sus primeros pasos por la vida y el fútbol, con la primera instantánea de bebé con la camiseta del equipo de su tierra, el Elche. Foto a foto se mostró su crecimiento, de aquel recién nacido al cadete que llegó al Atlético y al futbolista que es ahora.
"Lo que me quedo es que todo lo que he pasado en mi carrera me ha ayudado a estar donde estoy. Gracias a esas personas, a toda esa gente, he crecido, he madurado y estoy aquí gracias a ellos", valoró ya emocionado, antes de agradecerle todo a su familia, presente en el acto: sus padres, Jose Antonio y Pilar, y sus hermanos, también futbolistas, Aaron y Jonathan, los cuatro sentados en primera fila.
"Desde muy pequeñito siempre me han acompañado. Eso marca mi carácter. Mi familia y los valores que me inculcaron en el Atlético de Madrid me han hecho crecer, aprender... Gracias a mi familia. Siempre han sido un ejemplo", dijo ya cuando aparecían las lágrimas.
"Siempre he intentado no cometer errores, pero ellos siempre han ido un pasito por delante mía, como mi padre, que me corregía para que no me chocara con las piedras, pero, al final, hasta que no chocas tu solo no te das cuenta. Gracias a mi familia, compañeros, entrenadores con los que he crecido y he aprendido mucho", continuó.
También dedicó agradecimientos a compañeros de la plantilla: "Gracias a Moyá, Fernando Torres, Koke, Gabi... Gente de la casa, que estando en momentos críticos, porque al principio me ha costado estar donde estoy y ha sido muy difícil, siempre me han transmitido esa tranquilidad, esa calma, quizá cuando yo estaba pensando en otras cosas, de que lo importante era seguir trabajando".
"Me han mantenido los pies en el suelo y tengo que agradecerles mucho porque sino no estaría aquí tampoco", admitió Saúl, preguntado después, ya en el turno de los medios de comunicación, por la importancia que tiene en él la figura de Torres, un "espejo" no sólo para él, sino para "todas las personas relacionadas con el deporte".
"Fernando no es sólo los valores del Atlético de Madrid, porque a nivel mundial todo el mundo le respeta. Es un ejemplo a seguir para toda la gente de la cantera y para mí. Y es una persona muy especial para mí. Desde el primer momento que llegó me hizo sentir especial", rememoró Saúl sobre el delantero, que volvió al club en 2015.
"Una persona que había ganado todos los títulos, que yo podría pensar que venia a vivir la vida, me demostró que no es así, que él trabaja por ser mejor, por ser el mejor, por ayudar al club, por transmitir a la gente los valores y que las personas de fuera sepan que lo primero aquí es el Atlético de Madrid", destacó.
Saúl hizo, además, una "mención especial" para el argentino Diego Simeone, su entrenador en el Atlético: "Desde el primer momento confío en mí, me ha hecho crecer, me va a hacer mejor, me ha ayudado como persona, como todo su cuerpo técnico. También a Caminero (director deportivo) y Andrea Berta (director técnico), que me han aguantado mucho, que he sido muy pesado".
"Voy a seguir trabajando para mejorar. Siempre me he puesto promesas muy altas, soy ambicioso y voy a trabajar para ello", expresó Saúl, arropado en la presentación por su familia, por sus amigos, por la directiva y por el futbolista con más partidos de la historia del Atlético de Madrid: Adelardo Rodríguez, que jugó allí 17 años y se retiró de rojiblanco; un "sueño" de Saúl Ñíguez.