El Obispado de Huelva ha invertido en 2016 un total de 1,4 millones de euros en obras y conservación de su patrimonio, en concreto, en inmuebles, tales como templos, casas parroquiales o ermitas de la provincia.
Según ha informado desde el Obispado a Europa Press, en 2016 el montante para conservación ascendió a 1.404.982,35 euros de un total de gastos de la Diócesis de 6.245.839,84 euros. Así, a los gastos de conservación de inmuebles se suman otros referidos a actividades pastorales y servicios religiosos, actividades caritativas, sueldos a sacerdotes y empleados, entre otras acciones.
La conservación de los 300 edificios sagrados con los que cuenta el Obispado en la provincia corre a cargo de la iglesia, siendo cada párroco el responsable de determinar las necesidades y conseguir la financiación correspondiente. Los fondos pueden venir de distintas vías, como las donaciones de los feligreses, los créditos bancarios, así como los convenios con administraciones como la Junta de Andalucía, ayuntamientos o entidades privadas como el reciente firmado con Atlantic Copper para las actuaciones de restauración en el Monasterio de Santa Clara de Moguer, por ejemplo.
No obstante, el delegado diocesano de Patrimonio del Obispado de Huelva, Manuel Jesús Carrasco, ha explicado que, aunque se lleguen a acuerdos, la iglesia siempre tiene que poner una parte para ejecutar esas actuaciones y estos años de crisis se han visto los convenios muy reducidos, de manera que las iniciativas se han hecho con fondos eclesiásticos exclusivamente en la gran mayoría de los casos.
Asimismo, ha señalado que el mantenimiento de las iglesias es una inversión muy recurrente ya que, por ejemplo, las techumbres necesitan acciones dado la antigüedad de los edificios, por lo que esto supone una gran inversión por parte de las parroquias.
Carrasco ha hecho hincapié en que "el responsable de los edificios, hasta de los que están declarados Bien de Interés Cultural, es la iglesia y hay que cumplir toda la normativa y requisitos" para la correcta conservación de este patrimonio.
Así, ha destacado la buena relación y fluida comunicación con el departamento de Cultura de la Junta de Andalucía a la hora de acordar las actuaciones y contar con las respectivas autorizaciones antes de intervenir en un inmueble declarado BIC. Por ejemplo, la provincia de Huelva dispone de gran material del autor Antonio León Ortega, el cual debe ser tratado con el mimo correspondiente con estas obras de categoría.
En este sentido, Juan Bautista Quintero, subdirector del departamento de Patrimonio, ha añadido que el Obispado cuenta con una comisión de obras, formada por un arquitecto, y miembros de este departamento, entre otros, que asesoran a los párrocos sobre la urgencia de las intervenciones o la idoneidad del proyecto que vayan a contratar. No obstante, es el párroco el encargado de contratar a los profesionales que ejecuten la actuación pero siempre se supervisa que éste cuente con todas las garantías y los seguros correspondientes.
Quintero ha recordado el gran patrimonio con el que cuenta la iglesia, el cual está en un estado "aceptable" porque no existen en la actualidad elementos en estado ruinoso, pero sí hay intervenciones pendientes, por lo que la inversión en la conservación y mantenimiento del patrimonio eclesial no cesa.
"La situación es buena pero las inversiones nunca cesan, el patrimonio de los bienes y de los inmuebles es una tarea que nunca acaba", ha explicado Quintero, quien coincide con Carrasco, en que el Monasterio de Santa Clara, edificio donde además de la propia exhibición de su arquitectura y bienes muebles, se desarrollan exposiciones, conciertos, conferencias y demás actos culturales, de amplia repercusión social.
En este punto, ambos han hecho hincapié en la importancia de concienciar, tanto a la población como al propio clero, del valor del patrimonio y de la necesidad de su correcta conservación. De hecho, en el seminario dan clases sobre este tema desde la perspectiva artística, religiosa y legal. Asimismo, han recordado las conferencias y exposiciones que se promueven y organizan con este fin.
ACTUACIONES MÁS RECIENTES
Por su parte, en cuanto a las actuaciones más recientes destacan las actuaciones en la iglesia parroquial de Almonaster la Real a través de un convenio con la Junta; en la iglesia de El Almendro o la que está ejecutándose en la actualidad como la relativa a la iglesia parroquial de Moguer. Otros edificios en los que se ha intervenido es en la iglesia de Nerva y en la de Lepe, así como la renovación de la iluminación en la catedral de Huelva.
Respecto a las imágenes, son reseñables las intervenciones en el Cristo Nazareno de La Palma del Condado; en el Cristo Yacente de San Juan del Puerto; la Virgen de Tórtola de Hinojales, o la Virgen de la Peña de la Puebla de Guzmán, entre otras actuaciones como en los retablos de Zufre, Cala o Cortelazor.
En este punto, cuestionados por si las hermandades corren con gastos para la conservación, han subrayado que las mismas se encargan del mantenimiento de su patrimonio y que, además, colaboran con las donaciones de sus devotos para las obras que sean necesarias, aunque no sean propiedad de la hermandad.
A este respecto, han ensalzado la labor de las donaciones de los particulares para la conservación del patrimonio, incidiendo en que en las localidades más pequeñas los vecinos tiene un alto conocimiento de la importancia de sus templos que consideran como "una seña de identidad" de su pueblo y muestran mucho interés en que éstos estén en las mejores condiciones posibles.
