La Archicofradía de Medinaceli probó en la mañana de este sábado el discurrir del paso de palio de la Virgen de la Trinidad por las calles La Herrán y Murillo, de cara a comprobar si es factible el cambio de itinerario aprobado por la junta de gobierno de la hermandad, que no obstante, cerrará esta próxima semana, tras valorar las pruebas efectuadas.
La cuadrilla de la JCC probó el paso, contando con las facilidades dadas por el Ayuntamiento de San Fernando, que retiró dos farolas y las sustituyó por focos, y giró otra farola que estorbaba.
No fue fácil el discurrir del paso, sobre todo en la calle La Herrán, por su altura y también por la estrechez de la calle y el movimiento de los varales. Para que el paso pueda pasar, los cargadores tienen que trabajar con los pies muy pegados y solo moviendo hacia delante sin posibilidad de abrir el compás, pues el palio daría contra algún balcón.
El ensayo sirvió para fijar incluso los fondos del paso, ya que hay sitios donde es imposible hacerlos por la estrechez y el riesgo que siempre suponen las levantás del paso.
Sobre el terreno quedó claro que pasar por la calle La Herrán y Murillo supone que la banda de música toque bajo o sólo a palillo para que las órdenes del capataz puedan ser escuchadas claramente por los cargadores. También se requerirá silencio del público, pues se trata de sitios con poco margen de movimiento. Además, que personas con movilidad reducida eviten esta calle y tener presente que no será fácil andar con el paso en caso de que se necesite aligerar la procesión, por cualquier causa, entre ellas, un repentino chubasco inesperado.
La hermandad tendrá que decidir si opta por esta vía, sabiendo que tardará como mínimo una hora y cuarto en atravesar La Herrán y Murillo, puesto que el palio de la Virgen de la Esperanza, más pequeño, tardó el año pasado una hora y siete minutos.
De La Herrán y Murillo depende gran parte del nuevo itinerario, pensado para favorecer a las hermandades de Afligidos y Ecce Homo y partiendo de la ausencia de las Madres Capuchinas en el convento de la calle Constructora Naval.
La idea de Medinaceli es entrar en su barrio y sustituir la calle Ancha por González Hontoria, ya de recogida.