El Atlético de Madrid compite este domingo contra el Celta de Vigo y contra las dudas en el estadio de Balaídos, que pone a prueba la capacidad de reacción del equipo rojiblanco, sin victoria en sus últimos cuatro choques oficiales y ante un rival en crecimiento, goleador y reconfortado recientemente.
Mientras el conjunto madrileño ha alternado últimamente tres decepciones incuestionables, dos en forma de empate a nada con el Leganés y el Qarabag y una con derrota incontestable con el Chelsea, aunque entre medias resistió al líder, el Barcelona, con un 1-1, el bloque celeste se ha levantado a golpe de goles: 13 en tres duelos.
Esa producción ofensiva, concentrada con sus victorias por 0-4 contra el Eibar y 2-5 frente a Las Palmas y con su igualada en casa con el Girona (3-3), contrasta con la sensación que lamentan dentro del Atlético en este inicio de curso: la falta de pegada en ataque que, según su visión, le ha dejado sin más de un triunfo.
Ahí enfocó el conjunto rojiblanco para explicar su sonoro empate en Baku contra un adversario obviamente inferior, el Qarabag. Fue su cuarto partido oficial seguido sin ganar, también el cuarto sin marcar como visitante esta temporada. Aún no ha caído a domicilio, pero todos sus goles, nueve, se limitan a sólo tres encuentros. En sus once partidos del curso, ya sea en casa o fuera, suma 14 tantos.
Necesita la reacción el Atlético, sobre todo por su distancia respecto al liderato del Barcelona -seis puntos-, pero también por el ánimo y la confianza que suponen los triunfos. Ganar trae ganar es un lema del equipo entrenado por Diego Simeone, que nunca ha encadenado cinco duelos consecutivos sin festejar una victoria.
El bloque rojiblanco, que sólo ha cedido una derrota en sus últimos 24 encuentros como visitante entre todas las competiciones, aunque a la vez ha sumado más empates, doce, que victorias, once, en esa serie de choques, viaja a Vigo sin Koke Resurrección, con un edema muscular, ni Yannick Carrasco, con unas molestias de rodilla.
Dos bajas importantes en un momento transcendente, en el que el Atlético rebusca su regularidad en Balaídos. La primera la suplirá con la entrada de Thomas Partey en la alineación titular y el traslado de Saúl Ñíguez al perfil izquierdo; la segunda con la modificación de la posición de Ángel Correa hacia la banda derecha.
Son dos de los cinco cambios que presentará el equipo rojiblanco; los otros tres serán en la defensa, con la vuelta al lateral derecho de Juanfran Torres por Sime Vrsaljko, con el regreso de Stefan Savic como compañero de Diego Godín en el centro y con la rotación de Filipe Luis en la izquierda, donde jugará de inicio Lucas Hernández.
En ataque repetirá la misma delantera de Baku, con Antoine Griezmann y Kevin Gameiro, aunque Ángel Correa se sumará en la transición ofensiva como un extremo por la derecha, mientras que en la portería seguirá el indiscutible Jan Oblak, imbatido en seis de los últimos nueve partidos de su equipo.
Enfrente, el Celta le espera en su mejor momento de la temporada después de encadenar cuatro jornadas sin perder antes de medirse al Atlético, ante el que recupera a su capitán Hugo Mallo y mantiene la duda del central Gustavo Cabral, renqueante de un proceso gripal.
El regreso del lateral derecho es una buena noticia para Unzué, quien el pasado lunes frente a la UD Las Palmas se vio obligado a situar en ese puesto al centrocampista danés Daniel Wass, que volverá mañana a su puesto habitual en la medular.
Consciente de la importancia de igualar el poderío físico del Atlético, Unzué podría sacrificar a un futbolista de toque como Jozabed Sánchez para dotar de más músculo a su centro del campo, en el que entraría el serbio Radoja junto a Wass y Hernández.
La obsesión del Celta es no cometer errores en la circulación que permitan a su rival explotar la velocidad de sus puntas. Tanto su entrenador como la mayoría de la plantilla insisten en que la clave del choque estará en no permitir al Atlético correr, en obligar a los rojiblancos a mover la pelota cuando ataca en estático.
Si Cabral se recupera a tiempo, repetiría junto a Sergi Gómez en el centro de una defensa que completarían Hugo Mallo y Jonny en los laterales; en caso contrario, sería Fontás el que entraría en el once, al que regresará el portero Sergio Álvarez después de que el Comité de Apelación ratificase la sanción de un partido a Rubén Blanco.
La principal duda está en la línea de ataque. Unzué maneja dos opciones: mantener a Iago Aspas como nueve después de su exhibición en Gran Canaria, donde firmó su primer "hat-trick" con la camiseta celeste, o devolver la titularidad al uruguayo Maxi Gómez, con el que pierden creatividad pero ganan en el aspecto físico.
Si opta por la primera opción, en las bandas actuarían Emre Mor y Pione Sisto; en cambio, si Maxi Gómez -tras cumplir su sanción por acumulación de tarjetas- arranca como nueve, Aspas caería otra vez al costado derecho, con Pione Sisto en el izquierdo.
- Alineaciones probables:
Celta: Sergio Álvarez; Hugo Mallo, Cabral, Sergi Gómez, Jonny; Radoja, Hernández, Wass; Emre Mor, Pione Sisto y Aspas.
Atlético de Madrid: Oblak; Juanfran, Savic, Godín, Lucas; Correa, Gabi, Thomas, Saúl; Griezmann y Gameiro.
Árbitro: Munuera Montero (C. Andaluz).
Estadio: Balaídos.
Hora: 16.15.
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Puestos: Celta (10º, 11 puntos); Atlético (4º, 16 puntos)
La clave: La ansiedad del Atlético.
El dato: El Atlético ha marcado dos goles en sus últimos cuatro partidos; el Celta ha logrado catorce en sus cuatro duelos más recientes.
La frase: "No me fío del Atlético", advierte Unzué.
El entorno: El partido se jugará con la grada de Río cerrada por falta de seguridad en esa zona. Se verán afectados alrededor de 7.500 abonados que no podrán asistir al encuentro, ya que el club no puede reubicarlos en otra zona.
