En los diferentes encuentros mantenidos por Urbanismo con los vecinos afectados en el proceso de regularización de los diseminados, más allá de las promesas y buenas intenciones suscrita en los últimos meses salidas desde dicha área municipal, desde las Juntas de Compensación “estamos intentando hacer ver al Gobierno de la ciudad cuales son las opiniones y necesidades de los ciudadanos que forman dicho proceso de regularización”.
Se lamentan que “hemos intentado por activa y pasiva hacer ver al Gobierno que la política urbanística del concejal Quintana al respecto es totalmente errónea y en particular lo es su propuesta de modificación de la Ordenanza que regula el proceso”.
Los afectados “por los acuerdos de todos los consejos rectores de cada una de estas unidades, hemos presentado una propuesta alternativa de documento, sin que hasta la fecha se haya tomado en consideración, a pesar del esfuerzo profesional que se ha volcado en ella y del poder de representación democrática que supone el apoyo de 17 unidades del proceso, teniendo en cuenta que no son más de una veintena las unidades que se están moviendo en la actualidad”.
“En este contexto, en lugar de sentarse a acordar esa política urbanística con quienes la conocen y quienes la representan, ha optado por convocar la Mesa de seguimiento del proceso, con intención de buscar el refrendo a su disparatada propuesta, intentando, de hecho, fijar una fecha y llevarla a Pleno para su aprobación”.
“Ante tal estado de cosas, agotados todos los intentos para llevar el asunto a un punto razonable y ante la inacción del Gobierno de la ciudad -ésta han recurrido al Partido Popular y Ciudadanos para desembarazar- como parte de la Corporación y miembros de esa Mesa, rogándoles impongan la cordura que el asunto requiere, la necesidad de llegar a puntos de acuerdo –y no de oposición- con la inmensa mayoría de ciudadanos afectados y por tanto, impidan que el Gobierno local les haga corresponsables de este dislate”.
Las diferencias, según estos, respecto al “borrador propuesto no cuenta con el respaldo de la inmensa mayoría de los equipos profesionales y ciudadanos inmersos en el proceso, y no debe, por tanto, seguir adelante. Mucho menos llegar al Pleno de la Corporación”.
Por último, “los equipos profesionales que representamos esta línea de pensamiento nos ponemos a su disposición por si fuera de su interés organizar un encuentro en el que podríamos trasladarles las inquietudes y propuestas que, de modo infructuoso, llevamos meses haciéndole al Gobierno local”.
