Tiempos de añoranza en el seguidor recreativista. Este 5 de marzo de 2018 se han cumplido quince de años de la mayor gesta deportiva del Recreativo de Huelva a lo largo de su más que centenaria historia. Aquel 5 de marzo de 2003, el Decano se clasificó para la disputa de la final de Copa del Rey en El Sadar tras empatar a dos ante el CA Osasuna.
Días antes, el equipo dirigido por Lucas Alcaraz puso aquella eliminatoria decididamente a su favor al ganar 2-0 al conjunto navarro en el estadio Nuevo Colombino. Los goles de Ignacio Benítez y Raúl Molina inclinaron la balanza a favor de los onubenses en la ida de la eliminatoria (2-0).
Sin embargo, en la vuelta, en El Sadar, el Osasuna hizo lo más difícil: igualar la eliminatoria antes de llegar al descanso. Aloisi y Moha pusieron el 2-2 en la eliminatoria a falta de 45 minutos para el final. Entonces, llegó la mejor versión del Decano. Seguramente una de las mejores de su longeva vida. Un golpeo exquisito con la pierna izquierda de Xisco en el 47’ silenció la caldera navarra. Aquel balón pasó por encima del portero Unzué y Huelva tembló del fervor recreativista de sus ciudadanos. Tres minutos después, el onubense Ignacio Benítez recogió un balón suelto en la frontal del área y envío un derechazo al fondo de la red.
Aquel tanto posibilitó que el Decano disfrutara el 28 de junio de 2003 en el estadio Martínez Valero de Elche de uno de sus días más históricos e inolvidables de los aficionados recreativistas.
En palabras de Lucas Alcaraz este mismo lunes, “hay recuerdos que el paso del tiempo enaltecen aún más. Hace quince años un grupo de modestos profesionales llevó al decano del fútbol español a la final de Copa del Rey. Ojalá nuestro Recre y su afición superen estos difíciles momentos y vuelvan donde se merecen”.
