La Hermandad del Nazareno ha procedido este mediodía de Sábado Santo a colocar dos coronas junto al antiguo lugar donde se encontraba el Mesón del Duque y al monumento del beato Marcelo Spínola. La primera de las coronas de claveles morados se ha colocado bajo el azulejo que se encuentra en la zona y que recuerda la leyenda de la aparición de la cabeza y manos de Jesús Nazareno en el antiguo Mesón del Duque tras una reyerta en la que huyeron quienes llevaban el baúl donde se contenían dichos enseres.
José Fernández Mora, abogado isleño y fiscal de la hermandad, argumentó el motivo por el que la hermandad colocaba dicha corona. Al igual que la colocada en el busto del beato Marcelo Spínola y Maestre. Un busto que por cierto no tiene la placa que explica a quién y por qué se dedica el monumento, sin que el Ayuntamiento de San Fernando haga nada por restablcer la placa del basamento donde se identificaba a quién pertenece el busto. Allí, ante el busto enaltecido del beato Marcelo Spínola, la hermandad sumó al ramo dejado por el Huerto, una corona de claveles morados, en agradecimiento al beato por su aportación al mundo de las hermandades, en especial a la concordia que aportó a las hermandades de Macarena y Gran Poder en Sevilla, además de ser hijo Predilecto, Eminente y Preclaro de la Ciudad de San Fernando.
Ante el azulejo del Nazareno junto al Mesón del Duque y ante el busto del beato se rezó la plegaria a Jesús Nazareno.
Era algo que la hermandad tenía pensado hacer en su estación de penitencia de la Madrugada del Viernes Santo, con ocasión de su 250 aniversario, pero que vio truncada por las previsiones de lluvia a las 08.00 horas, cuando la recogida estaba prevista a las 10.30 horas. Por eso, ha sido en esta mañana de Sábado Santo cuando la hermandad ha podido hacer esta ofrenda floral en recuerdo de aquellos hermanos que han posibilitado que la hermandad pueda cumplir 250 años y a un Hijo Predilecto de San Fernando, como el beato Marcelo Spínola.
No pudo llegar la hermandad a la Plaza de la Pastora, donde hay muchos devotos nazarenos, pero si pasar por la calle Las Cortes. Una calle difícil por el ambiente de copas que hay a esas horas de la madrugada y el comportamiento de algunos clientes de muchos bares. Con pasar por Las Cortes, la hermandad quiso hacerlo por el lugar donde se encontraba la Virgen de los Dolores hasta 1977, en casa de las señoritas de Trigo, que eran camaristas de la Virgen y protectoras hasta que se llevó a la iglesia Mayor.
También logró la hermandad llegar hasta Carmelitas, en cuya capilla hizo la estación de penitencia. Recordando que en 1935 la hermandad hizo su estación de penitencia diezmada y en una difícil situación en vísperas de la Guerra Civil española.
