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Campo de Gibraltar

Verdemar señala problemas ambientales en La Línea y Campamento

El viento de los temporales ha vuelto a remover "considerables cantidades de material plástico residual"

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  • Residuos plásticos. -

Verdemar Ecologistas en Acción señala algunos de los graves problemas ambientales en la Playa de Poniente de La Línea y Campamento.

Verdemar recuerda que en la Playa del Poniente, La Línea; el último temporal reciente de viento, lluvia y mar de fondo vuelve a remover considerables cantidades de material plástico residual depositados en el lecho marino y litoral de la Bahía, realidad que con frecuencia se repite en otras playas del Arco de la Bahía de Algeciras. La continua batida de las corrientes hídricas erosionan estos residuos plásticos que, de forma reiterada, varan colmatando nuestras playas. Acaban degradados y microfragmentados por la acción de los factores meteóricos, oxidación y radiación UV y, finalmente, arrastrados y captados de nuevo mar adentro con la pleamar. De este modo, los residuos plásticos de vertido reciente acaban sumando a la masa de microplásticos fragmentados sepultado los ecosistemas y hábitats subacuáticos de la misma bahía. Masa residual que, por transferencia de corrientes submarinas y superficiales, acaban interfiriendo y alterando el frágil equilibrio de la vida submarina del Estrecho de Gibraltar y de mares y océanos en el sentido más general.

Parte importante de esos microplásticos son arrastrados y dispersos por la acción de los vientos tierra adentro, afectando a los sistemas de arenales costeros, hábitats intermareales y a la misma higiene urbana. Consecuencia de mayor gravedad es que este microplástico acaba incorporándose a la cadena alimenticia y trófica, llegando a generar enormes desequilibrios endocrinos, intoxicación obstrucción y colapso digestivo rectal y multiorgánico. 

En este caso de la playa del Poniente, serían los vientos de Vendaval (componente suroeste), Poniente (comp. Noroeste) y Terral(comp. Noroeste-Norte).

Verdemar añade que además del grave problema de los plásticos, otro de los mayores impactos que sufre la Bahía es la pérdida del litoral. Uno de los grandes añadidos negativos o hándicap de la playa del Poniente es su naturaleza mixta y se podría decir, de carácter semiartificial.  Verdemar señala que los vientos que azotan el Poniente dirección barlovento (Vendaval, Poniente, Terral) dispersan los residuos microplásticos depositados por el temporal en el rebalaje y acaban de nuevo con frecuencia en el agua de los canales de Puerto Chico y Alcaidesa Marina. Un frente litoral que en sus orígenes, guardó un equilibrio lógico y conexo con la armonía accidental costera de ese flanco de la Bahía, ordenado por la presencia influyente del Istmo y la gran barra arenal flanqueada y modelada por la costa del Levante y la del Poniente. Estado natural que, desde hace varias décadas en adelante, el uso portuario creciente ha modificado brutalmente el contorno litoral y todo su complejo de sistema de organización dinámica de corrientes y reposición natural de material aluvial. Las infraestructuras portuarias actuales, destacando espigones y cerramientos de abrigo de Puerto Marina Alcaidesa, Puerto Chico y el dársena y explanadas de rellenos artificiales de CERNAVAL-APBA (Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras) Campamento, han transformado radicalmente los elementos naturales y endémicos del paisaje marino costero de la zona, degenerada y alterada sin precedentes en consecuencia de la misma erosión antrópica desencadenada por las mismas infraestructuras portuarias. 

Esta encrucijada caótica derivada de una pésima gestión del DPMT (Dominio Público Maritimo Terrestre) por los mismos organismos y administraciones públicas competentes, es uno de los factores principales responsable de la falta de recirculación de las corrientes subacuáticas, estancamiento de residuos transferidos por las mismas corrientes marinas, sin olvidar las barreras arquitectónicas (edificios y dotaciones verticales portuarias) que actúan desviando y alterando la trayectoria natural de los flujos eólicos locales, necesarios en la preservación de los arenales costeros, concluyen los ecologistas.

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