La Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, adscrita a la Consejería de Cultura, ha informado favorablemente sobre las obras promovidas por el Cabildo de la Catedral de Sevilla, para el mantenimiento del basamento del sepulcro del rey Fernando III y su entorno decorativo en la Capilla Real, unas actuaciones motivadas por humedades y sales solubles en las jambas y el basamento del sepulcro.
Igualmente, la Comisión de Patrimonio ha aprobado la retirada de los recubrimientos paramentales de la cripta del Panteón Real de la Catedral de Sevilla, que también sufre como problema principal la humedad, tanto por capilaridad como por condensación, y de este problema derivan la mayoría de alteraciones encontradas sobre los materiales.
Y es que los mosaicos que componen los motivos decorativos de los paramentos desde media altura de la estancia, y en el interior de la hornacina frontal, presentan en líneas generales un evidente mal estado de conservación, observándose algunas patologías como la pérdida de adherencia y abombamiento de la decoración musiva, lagunas en los tapices teselares y eflorescencias salinas entre las teselas en diferentes zonas de todos los paramentos, en la hornacina central y en el techo.
Recubrimientos
La intervención aprobada ahora, así, contempla la extracción de todos los recubrimientos de mosaico para permitir la salida de la humedad existente en los muros de este recinto, para la realización de los estudios previos que permitan elaborar una solución adecuada que solvente los problemas de humedad detectados en la cripta.
La Comisión de Patrimonio ha informado también favorablemente sobre el proyecto de conservación promovido para el retablo mayor de la iglesia sevillana de San Andrés, al objeto de estabilizar sus materiales y eliminar los problemas de conservación.
La intervención no afectará a las celebraciones litúrgicas, pues el retablo permanecerá en su ubicación habitual sin necesidad de que sea desmontado, excepto la imaginería, que se desmontará para ser tratada en un taller habilitado en las dependencias parroquiales.
La intervención del retablo se centrará en el mantenimiento de sus materiales constitutivos, su estructura, la arquitectura portante y sus elementos decorativos.