Multidisciplinar, profunda, metafórica y amplia. Así es la obra de una de las pintoras jienenses más reconocidas nacional e internacionalmente, una artista creadora de obras con niveles de interpretación complejos, a la vez que atractivos para el espectador, donde el color y las grandes dimensiones son una de sus señas.
Ángeles Agrela (Úbeda, 1966) es Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Alonso Cano de Granada, una ciudad donde ha establecido su residencia y desde donde trabaja. “Terminé la carrera y monté mi estudio. Me siento muy afortunada de haber podido ir mostrando mi trabajo”, dice.
Sus padres, coleccionistas de arte, le inculcaron el amor por la cultura desde niña, cuando sus vacaciones eran viajes para ver exposiciones y galerías. “El acercamiento a los espacios expositivos desde pequeña era algo que en nuestra generación no teníamos a mano. Poderlo hacer fue algo muy importante para mi”, afirma.
Nunca pensó que se dedicaría a las Bellas Artes. “Tenía mi gusanillo porque se me daban bien las artes plásticas. Mis profesores me animaron”, recuerda. Su formación la completó con estancias en Nápoles, La Habana y Berlín. “Salir y cambiar me ha enriquecido por el tipo de trabajo que hago. Soy una esponja y vaya donde vaya afecta a mi obra. Necesito ese estímulo”, explica.
En estos años ha abarcado desde la acción performativa y la instalación escultórica hasta el vídeo, la fotografía, la pintura y el dibujo. Con una gran producción artística, es una de las creadoras con mayor proyección de su generación.
Aunque mantiene el vínculo con su ciudad natal, en la capital jienense no ha mostrado muy a menudo su obra. Tras 20 años sin exponer en la ciudad, ha vuelto de la mano de la Universidad. Hasta el 13 de julio expone ‘De frente’, en la sala de la antigua Escuela de Magisterio. Con un total de 19 obras, de 2 x 1,5 metros, de las series ‘La Elegida’, ‘Contorsionista’, ‘Fanzine’ y ‘El favor de las bellas’, el espectador se adentra en las claves de la interpretación metafórica y simbólica que siempre propone. “Preparar esta exposición me ha hecho mirar mi trabajo desde otra perspectiva. De hecho, he visto un hilo conductor, un discurso del que no era consciente cuando era más joven”, reconoce. Muchas de las obras expuestas, sobre papel y a pintura y lápiz, no habían salido hasta ahora de su estudio. “Hay obras a las que les tenía especial cariño, que siempre reservo para tener una obra potente que exponer”, afirma.
Con una obra fecunda, introduce críticas e ironiza sobre estereotipos y la homogeneización del comportamiento humano. Aborda problemáticas como la del culto al cuerpo, la estética de camuflaje como recurso para relacionarse o aislarse en la sociedad, el peso de la historia como lastre y guía, la reivindicación de los símbolos como lenguaje plausible y la defensa de la figura del artista-mujer. “Me interesa mucho el papel de la mujer y su representación a lo largo de la Historia del Arte”, puntualiza.
Y así lo muestra en sus últimas series artísticas, composiciones que están protagonizadas por mujeres sobre fondos decorativos que apuntan a géneros vinculados a lo femenino, como la naturaleza, la intimidad del hogar o el bordado.
Utilizando distintos alter egos, Agrela habla del significado de ser artista, de qué tipo de artista es y de la importancia que en su obra tiene la mujer y la representación de ésta a lo largo de la Historia del Arte. Sus planteamientos son actuales y sus referencias son el pop, los cómics y las revistas de moda. “En mis obras hago sesiones de fotos con modelos, bocetos…El proceso es largo”, dice.
En 2017 ganó el XXXI Premio Emilio Ollero que convoca la Diputación de Jaén, uno de los más importantes del país, por su cuadro ‘Retrato de la serie Fanzine’. “Es un gran premio y está muy bien que se mantenga en la provincia. Premiar la creatividad es muy importante”, valora. En la década de los noventa empezó su itinerario expositivo y ha sido reconocida con el Premio BMW de Pintura en 2015, el Premio de Artes Plásticas del Gobierno de Cantabria en 2010 y el Premio Andalucía Arte y Deporte en 2004, entre otros. “Lo importante es estar concentrada en tu obra y cuando tengas algo bueno, presentarla a Concurso”, termina la artista.
