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Jaén

La Divina Pastora de las Almas llena la procesión de detalles

El paso estrenó la parihuela, en madera; calles del itinerario fueron adornadas por el Grupo Joven; y la Virgen llevó en procesión una rosa roja en su mano

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Momentos de la procesión.

La Imagen de la Divina Pastora de las Almas ha celebrado su desfile procesional, desde la Basílica Menor Parroquial de San Ildefonso, donde se venera, como cada año, coincidiendo con el primer domingo del mes de septiembre.

Y lo hizo rodeada de jienenses, que llenaron los alrededores del templo, con una plaza engalanada con flores de papel en color blanco, a cargo del Grupo Joven de la Cofradía. También se adornaron las calles Maestra y Ancha del Arrabal.

El paso presentó novedades. Entre otras, la parihuela, en madera, que redujo el número de costaleros a 30, frente a los 35 de años anteriores. Por otra parte, la Virgen iba sobre un monte de corcho sintético, que alivió el peso del paso y simulaba el risco.

En cuanto al adorno floral, se eligieron nardos y rosas de color blanco. La Divina Pastora lució una rosa natural en color rojo en su mano izquierda durante todo el itinerario. Fue otra de las novedades. Estaba previsto que al final de la procesión, en el momento del encierro, se lanzara a los fieles.

Según reconoció la Hermana Mayor de Fiestas, Rosa María Castellano, la intención fue “dejar un recuerdo especial de la Virgen a un jienense”. La Imagen salió entre aplausos y lluvia.

Las altas temperaturas originaron un bochorno que refrescó la tarde con escasas gotas de agua, en el momento de la salida, cuando la procesión arrancaba un itinerario sin novedades, idéntico al del año pasado, cuando ya se cambió. “Cada año crece la devoción a la Divina Pastora”, reconoció Castellano.

Con el acompañamiento musical de la Sociedad Filarmónica de Jaén, el paso recorrió las principales calles del centro y del barrio de San Ildefonso, con costaleros guiados por capataces capitaneados por José Carlos Prieto.

La capital le rindió culto desde por la mañana. Tras la Fiesta Eucarística Principal, celebrada por el párroco  Pedro Ortega, y Fray Antonio Praena, predicador del Triduo de este año, tuvo lugar el tradicional y antiguo concurso de revoloteadores de banderas, en la plaza del popular barrio.

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