El sindicato UGT-FICA ha calificado este miércoles como "un jarro de agua fría" la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que anula la resolución de 27 de marzo de 2014, que otorgaba la Autorización Ambiental Unificada (AAU) para el proyecto de explotación del complejo minero de Riotinto, en Huelva.
De este modo, según ha informado el sindicato en una nota de prensa, este fallo judicial es "un motivo de preocupación para el presente y el futuro económico de una comarca sustentada principalmente por esta actividad".
Así, el secretario general de UGT-FICA Huelva, Luciano Gómez, ha incidido en que la sentencia como "un inesperado jarro de agua fría para nuestra provincia y un motivo de preocupación serio". Gómez se refiere con esto al horizonte "incierto" de los 1.500 trabajadores entre puestos directos, indirectos e inducidos que "temen volver al vivir el fantasma del paro por el posible cierre de la mina, aunque sea temporal".
Por su parte, desde UGT no esperaban que después de un proceso "exigente, lento y muy complicado" con una Junta de Andalucía "muy vigilante" se encuentren ahora con "estos problemas administrativos", al tiempo que han recordado que eso incluso "provocó movilizaciones de los trabajadores en el momento del proceso de la autorización medioambiental por el Gobierno autonómico".
"No es lógico que un proyecto que está funcionando de manera solvente, se esté cuestionando por el movimiento ecologista con ardides administrativos y/o burocráticos que perjudican gravemente la estabilidad en el empleo de cientos de familias en una de las zonas más de deprimidas de Europa", ha insistido Gómez.
Así, las cosas, desde UGT-FICA critican "el extremismo alarmista y catastrofista" con el que éstos manejan los aspectos industriales de la provincia de Huelva, que "lo que consiguen es que los únicos perjudicados sean los trabajadores que pueden perder sus empleos".
En este sentido, el sindicato ha emplazado a la empresa y a la Junta de Andalucía a que hagan "bien los deberes" y este asunto quede zanjado "rápidamente". Ante este escenario, por parte de la representación de los trabajadores se hará una ronda de contactos con los políticos y las administraciones de la zona para mostrarles su apoyo y pedir una solución inmediata, no descartando las movilizaciones para conseguirla.
