Nueva Delhi despertó hoy bajo una niebla tóxica tras la quema de petardos ayer durante el Diwali, el Año Nuevo hindúi, en una noche en la que residentes de la capital continuaron lanzando pirotecnia después de la hora límite marcada este año por el Tribunal Supremo.
La Oficina Central de Control de la Contaminación de Delhi (CPCB, en inglés) registró esta mañana concentraciones de partículas PM10 (aquellas menores de 10 micrones) y PM 2,5 (inferiores a 2,5 micrones) varias veces superiores a las consideradas "tóxicas" por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el sur de la ciudad, en Lodhi Road, los valores de PM10 alcanzaron hacia las 6.00, hora local (0.30 GMT), 938 partículas por metro cúbico mientras que en el caso del PM2,5 (las más peligrosas para el ser humano) alcanzaron los 944, unos niveles similares a los registrados el año pasado.
La concentración de partículas varió ligeramente en otras zonas de la ciudad, como en el caso del aeropuerto internacional situado en el oeste de la ciudad donde a esa misma hora el PM10 fue de 855 y el PM2,5 de 603.
La OMS califica de tóxica la concentración de partículas PM10 superior a 300 por metro cúbico; mientras que las concentraciones de más de 100 partículas PM10 por metro cúbico afecta a grupos de riesgo, de 150 en adelante puede afectar a la población en general y más de 200 es dañino.
El Tribunal Supremo restringió el pasado 23 de octubre el lanzamiento de petardos a una franja de dos horas, de ocho a diez de la noche, y prohibió el uso de litio, arsénico, antimonio, plomo y mercurio en los fuegos artificiales para poner freno a la nube de niebla que suele cubrir Nueva Delhi y otras ciudades tras el Diwali a causa de los residuos suspendidos en el aire.
En la capital india, las explosiones de fuegos de artificio se pudieron oír hasta bien entrada la noche, después del límite marcado por el máximo organismo judicial del país.
Cada año por estas fechas la quema de rastrojo en el norte de la India y la llegada del frío hacen que se disparen los niveles de concentración de partículas nocivas en el aire, que aumentan incluso más tras la festividad hindú.
Los datos de la OMS de 2018 tienen a 14 ciudades de la India, incluida Delhi, dentro de las 18 más contaminadas del mundo, basados en los valores de las partículas PM 2,5 (inferiores a 2,5 micrones), que son tenidas en cuenta por su alta toxicidad para el ser humano.