La comparsa de Ronda con autoría de Lolo Barragán llegan al Falla en medio de un arrecife y jactándose de vivir en el fondo del mar. Un forillo, que impacta por la estética que le otorga al escenario, precede a los primeros acordes de una presentación que finalizan al borde del foso de prensa.
En el primero de los dos pasodobles continúan luciendo voces en una copla que dedican al problema de la inmigración y al drama que sufren quienes intentan llegar a nuestras costas, ahogándose muchos de ellos en las profundidades del mar. En la segunda letra de pasodobles, en cambio, se acuerdan de la lacra de la violencia machista y de las consecuencias que a ellos, como hombres, les acarrea cuando se cruzan con una mujer por la calle.
La tanda de cuplés, sin embargo, la arrancan con el tema estrella del concurso hasta el momento: los injertos de pelo en Turquía y lo que ha sufrido su vecino al ponérselo. En la segunda letra se aprovechan de las cosas que caen en el agua… con remate para la droga.
Con un popurrí que se hace largo cierran, aun así, una buena actuación sobre las tablas de un Gran Teatro Falla que despide a la agrupación rondeña con aplausos aunque algo fría a pesar de la potencia que ha derrochado el grupo durante su paso por la presente edición del concurso.