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Jerez

“La clave del 28A va a estar en movilizar el voto progresista”

Noelia Vera repite en estas elecciones generales como número uno de Unidas Podemos por la provincia de Cádiz

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  • Noelia Vera -

Las encuestas van en la línea de colocar al PSOE como fuerza más votada y les relegan a ustedes a la cuarta posición, con la pérdida de la mitad de los apoyos con respecto a las últimas generales. ¿Cree que esto es posible y a qué creen que se debe el retroceso que, en ese número o no, todos coinciden?

—Somos escépticos con las encuestas porque nunca han acertado con nosotros, ni siquiera cuando nos daban unos resultados muy buenos. Somos prudentes por eso, porque en lo estatal nunca han acertado con nosotros. Me pides autocrítica, y nosotros la hemos venido haciendo durante los últimos meses. Uno de los errores ha podido ser hablar demasiado de nosotros mismos, de nuestros problemas internos, y eso pasa factura. Pero creo que las encuestas no reflejan el sentir que tenemos a nivel interno en la formación. Hemos hecho un buen trabajo durante esta legislatura; para empezar, conseguimos echar a Mariano Rajoy, que fue un éxito muy grande para nosotros, ya que fue siempre nuestro primer planteamiento: echarlo y acabar con la corrupción y con el secuestro de instituciones y de lo público que mantenía el PP. Luego pasamos al proceso de negociación con el PSOE y hemos coseguido cosas, como subir el salario mínimo a 900 porque el PSOE sólo quería a 800; igual que el permiso de maternidad y de paternidad subirlo a 16 semanas de manera intransferible, igual que subir las pensiones al IPC, que dotar de un 40% más la ayuda a la dependencia. Eso demuestra que somos útiles y necesitamos estar ahí, para que el bloque progresista del Congreso vaya más a la izquierda, a la defensa de los derechos humanos y derechos sociales, que a la derecha, que es lo que hace el PSOE cuando mira más a Ciudadanos. No hay que meterse en esta agresividad, odio y atizarse con las banderas, que es en lo que algunos han convertido esta campaña, sino en contarle a los ciudadanos lo que hemos conseguido hasta ahora, y hacerles ver que si hemos conseguido eso como tercera fuerza, que no podríamos conseguir siendo primera.

 


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Sí, pero aunque las encuestas no acierten con el dato, hay una tendencia, ¿creen que es porque no conectan con la gente como antes?

—Creo que han pasado muchas cosas en este país. Llevamos viviendo años de confrontación y ése es el principal problema. Llevamos mucho tiempo debatiendo sólo sobre Cataluña, incluso cuando llegaron las andaluzas. Ya le digo que hago autocrítica, pero creo que el clima es diferente y que la clave va a ser la movilización. Hay dos millones de personas del entorno progresista que no saben si van a ir a votar y si lo hacen a qué formación. Ahí es donde está la clave. No creo que se haya perdido la ilusión. No es el clima que se respira en las movilizaciones del 8M o en la de los pensionistas, que siempre hemos estado con ellos.

Dice Iñaki Gabilondo que a la derecha se le gana, pero que la izquierda pierde sola, porque la derecha va ligada y la izquierda desunida.

—Vamos a ver cómo le va a la derecha, porque es la primera vez que se presenta a unas elecciones dividida. El proyecto de derechas está claro, el trifachito. Y viendo lo que están haciendo en el parlamento andaluz son lo mismo, solo que Vox es el PP desmelenado. Eso no quiere decir que tengamos que hacer una reflexión profunda. Hay sitios en los que las confluencias han funcionado perfectamente. Yo soy firme defensora de las mismas, de ir unidos siempre, porque somos más fuertes. Somos formación diversa, plurinacional, que tiene diferentes formas de pensar y construir el país, somos un grupo confederal diverso, pero que tiene programas políticos, económicos, sociales y de recuperación derechos que son el centro y así entendemos también el país.

¿Por qué en política no es posible la integración después de ver que para las listas sólo se cuenta con los allegados?

—No puedo hablar por otros partidos. En nuestro caso de Cádiz repetimos los puestos de salida porque nos fue bien y hemos hecho un buen trabajo. Hemos vivido proceso de primarias a nivel estatal en diciembre para que no afectara ahora. Hubo gente que se presentó por Cádiz de forma independiente y ha salido para la lista.

No se habla mucho de programa, ¿ustedes que plantean para la provincia?

—Hemos presentado medidas estatales durante el mes y medio último. Para la provincia estamos trabajando ahora en esas medidas. Nuestro foco principal va a estar centrado en el empleo, con un plan de choque para la Bahía, la Campiña y el Campo de Gibraltar. Para esta zona, además, muchas más medidas que tienen que ver con el cierre de los CIES, con un centro de recepción de inmigrantes que tiene que ser mucho más justo, humano y detallado, desde el enfoque de los derechos humanos. También planteamos para el Campo de Gibraltar un plan para reducir el impacto contaminante de las industrias allí instaladas. Todo eso va incluido en la propuesta de programa electoral, y se va a votar por los inscritos este fin de semana.

¿Puede profundizar algo más en el plan de choque y plan de empleo a los que se refiere?

—Nosotros hicimos una mesa de trabajo con desempleados, sindicatos, PP, Cs y nosotros. De ahí salió una propuesta de 123 medidas por el empleo para la Bahía de Cádiz. PP y Cs se salieron porque decían que no se podían financiar. Nosotros pedimos 20.000 millones en los PGE para el plan de empleo y de choque. Eso se negoció, pero como no salieron adelante nos hemos visto abocados a incluirlos en el programa.

¿Y de dónde sale ese dinero para financiar el plan?

—Primero la banca tiene que devolver los 60.000 millones que les hemos prestado. Después, hay que hacer una reforma fiscal para que pague más quien tiene más ingresos, para bajar impuestos a productos de primera necesidad y subírselo a productos de lujo.

Hay mucha incertidumbre en torno a la ITI. La Junta había enumerado sus proyectos para cambiar el modelo productivo, pero el nuevo gobierno ya habla de inviabilidad de algunos de ellos, ¿cuál es su postura?

—Con la ITI ha habido un problema fundamental que ha sido el de pasarse la pelota de un gobierno a otro, hay una falta de transparencia brutal, y al final pierden los de siempre. Si queremos fomentar el empleo no puede depender de la ITI sino de un plan de choque específico que diga cuáles son los colectivos que hay que ir priorizando.

Habla de una precampaña marcada por los insultos, pero lo quiero preguntar por una actividad de su confluencia municipal en Jerez, en la que se fueron fregona en mano a desinfectar la calle porque allí había estado Vox. ¿Le gusta esta forma de hacer política?

—Es que eso viene del activismo social, y llevamos mucho tiempo para hacer acción política desde el movimiento social. Tenemos que demostrar que podemos hacer política desde las instituciones, pero sin perder nuestro activismo en las calles. Desconozco este caso, pero después de las salvajadas que han dicho en Andalucía de las mujeres y de lo que están diciendo sobre la memoria histórica, ya le digo que Vox es el PP desmelenado, pero el desmelenado hace mucho.

Hay ciudades en las que están poniendo líneas rojas para no entrar en gobiernos socialistas, ¿hasta qué punto los municipios van a tener autonomía para decidir sobre esto?

—Van a tener toda la autonomía del mundo, igual que la han tenido para decidir si van en confluencia o en solitario. Si se nos plantea compartir gobierno con alguien, hay que preguntarle a los inscritos y acatar lo que diga la mayoría. Lo que sí hemos detectado en estos años es que las realidades son muy distintas territorialmente. Pero también que el PSOE tiene buena voluntad para llegar a acuerdos, pero que cuando reciben presiones se echan para atrás.

¿La izquierda está para poner líneas rojas a un gobierno de izquierdas?

—Es que no son líneas rojas. Nosotros defendemos un proyecto electoral que podemos hacer con valentía porque no pedimos dinero a los bancos. Nosotros nos debemos a la gente.

Sí, pero le pregunto por las líneas rojas a nivel local.

—No voy a hablar por compañeros en candidaturas municipales. Mi opinión es que nos podemos entender y tenemos la posibilidad de entendernos, porque los gobiernos en solitario es muy difícil que se vuelvan a repetir.

Si gobiernan, ¿qué pasaría con los contratos de Navantia con Arabia?

—No todo vale, por eso cuando Pedro Sánchez compareció para defender este tema les decíamos que se estaba olvidando de las 123 propuestas para el empleo y para Navantia, para rejuvenecer sus plantillas e ir hacia otro modelo. No todo puede ser chantajear a la gente y decirle que o hacer armas para Arabia o te quedas sin comer. Hay que buscar alternativas y nosotros las tenemos porque las hemos trabajado, pero no las han querido leer.

¿Pero mantendrían el contrato ya en vigor?

—Ya les dijimos que no nos parecía bien que eso se haga así, que no todo vale y que no queremos vender armas a Arabia. Por eso, como queremos que la gente siga trabajando y que decir no no suponga un daño para los trabajadores, tenemos alternativas.

¿Cumplirían el contrato de las corbetas?

—Insisto, ya le dije mirándole a los ojos a Pedro Sánchez que no queremos venderles armas a Arabia Saudí.

¿Cree que tiene alguna incidencia los "viernes sociales" del gobierno del PSOE con el desplome de Podemos?

—El PSOE está jugando a dos bandas. Unas veces mirando a Ciudadanos y otras a nosotros. Gran parte de las medidas son una copia exacta de nuestro programa. Pero la gente sabe lo que ha pasado en el Congreso, y aunque hagan gala de que las medidas son suyas, a los movimientos sociales no se les puede engañar tan fácil, porque saben que muchas de esas propuestas ya las promovimos nosotros. Puede que les beneficie electoralmente, pero yo confío más en la gente.

¿Cuál es la posición de su partido con respecto al proyecto de Las Aletas?

—Apoyando clarísimamente el proyecto que han presentado los movimientos sociales y el Ayuntamiento de Puerto Real. Es nuestro modelo y es el que pretendemos implantar, que es una alternativa basada en la creación de empleo sostenible, verde y democrático para todos. Creo que al PSOE le gustó también y lo que no podemos perder es más tiempo con el proyecto del PP que no va a ningún sitio.

¿Qué le ha parecido la imagen del Papa Francisco mostrando las concertinas y diciendo que eso era inhumano?

—Me pareció muy acertada. Es un personaje al que hay que escuchar, aunque no comparta algunas de las cosas que dice. Pero sí dijo por ejemplo que un gobierno que vende armas a Arabia Saudí no puede dormir tranquilo, o que las personas que tienen familiares sepultados en las cunetas necesitan una sepultura digna, o que el Gobierno de España tiene que dar muchas explicaciones sobre tema de inmigración que no está dando. Grande Marlaska no supo gestionar lo ocurrido este verano en Algeciras. Cuando le preguntamos por los CIES no es capaz de decir que son cárceles encubiertas. No hay un protocolo de acogida. Se están haciendo devoluciones en caliente, sin hacer identificaciones, y eso es violación de derechos humanos.

¿Con qué lista del PSOE se sentía más a gusto, con la de Susana Díaz o con la de Ferraz?

—Pues sinceramente no conozco al detalle a las personas como para decir una opinión con seguridad. Me limito a lo que ha pasado en el Congreso, porque hemos visto cómo han hecho una campaña interna agresiva contra Pedro Sánchez, que le dieron la patada y resurgió  de las cenizas. Creo que con Pedro Sánchez en lo estatal es más fácil entenderse, pero hay que fiscalizar todo el tiempo, porque firma cosas que no cumple.

Sí, pero al nuevo cabeza de lista lo conoce, y creo que puede opinar

—Si queréis una opinión sincera sobre Marlaska, lo que pienso de sus políticas de inmigración es lo mismo que pienso de él. Creo que no tiene la valentía suficiente ni es respetuoso con los derechos humanos como para representar a la provincia. Es lo que pienso.

 

* Entrevista realizada en el espacio A Compás de 7 TV con la participación de Roxana Sáez, Jesús Perulero y Diego Boza.

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