El primer ministro portugués, António Costa, ha llegado al Congreso de los Diputados poco antes de las 13.00 horas para dar el pésame a la familia y allegados de Alfredo Pérez Rubalcaba y a los dirigentes y representantes del Partido Socialista y para expresar su "saudade" por el fallecimiento de quien sirvió "a los valores de la libertad y la solidaridad".
"En portugués tenemos una palabra que expresa el sentimiento cuando alguien nos deja, saudade, y lo que siento ahora por Alfredo es una gran saudade", ha afirmado Costa tras visitar la capilla ardiente del político socialista, instalada desde ayer en el Congreso.
También ha transmitido su "gratitud" por el trabajo llevado a cabo por Rubalcaba durante su trayectoria política, especialmente como ministro de Interior, y "la admiración" a una persona que, ha añadido el primer ministro portugués, "ha servido a España y a los españoles, y a los valores de la libertad y la solidaridad".
En sus declaraciones a los medios, tras las que ha recibido un aplauso de los ciudadanos que aguardaban el momento de acceder a la capilla ardiente, Costa ha recordado que coincidió con Rubalcaba cuando fue ministro de Interior, y desde entonces ha sentido admiración por su "inteligencia y por su coraje y fuerza" contra el terrorismo y por la libertad.
Poco antes de las 13.00 horas llegó Costa al Congreso, en donde le recibieron los mandos policiales de la Cámara, uniformados, y altos cargos de la institución.
La representación ha estado encabezada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y por la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
Costa y Sánchez son dos de los primeros ministros socialistas más destacados de la Unión Europea en estos momentos y ambos mantienen gran sintonía personal y política.
En la capilla ardiente el primer ministro luso ha dado su pésame a la viuda de Rubalcaba, Pilar Goya, a sus familiares y allegados, y después, a los cargos del Gobierno y del PSOE presentes.
Antes, frente al féretro del exvicepresidente del Gobierno y exlíder socialista, ha depositado un ramo de rosas rojas.
Posteriormente, se ha sentado entre Sánchez y Pastor, y unos diez minutos después, ha abandonado el Congreso.
