Según ha podido conocer este periódico, el penúltimo caso tuvo lugar el pasado miércoles día 14, cuando uno de los autocares que circulaba por la rotonda de Varadero fue apedreado repetidamente por un grupo de jóvenes.
El ataque se saldó con varios cristales rotos y, afortunadamente, sin ningún herido. En cualquier caso, fue necesario contactar con efectivos de la Policía para poner en conocimiento todo lo sucedido.
Esta no es la primera ocasión que sucede un ataque de estas características, ya que anteriormente se había registrado un caso similar en la barriada del Saladillo.
Agresiones
En cualquier caso este tipo de actos violentos contra los vehículos no son los únicos problemas a los que deben hacer frente los trabajadores y que sustentan sus numerosas quejas.
Así, ayer jueves, uno de los conductores estuvo a punto de ser agredido en la céntrica Plaza Alta. Como ya ha denunciado este periódico, la parada de autocar que se ubica en este enclave viene siendo utilizada habitualmente por otros vehículos como si de una zona de carga y descarga fuese.
Este hecho obliga a los conductores a tener que estacionar el vehículo antes de la citada parada, cortando el tráfico en la zona y provocando amplias retenciones. Por ello se repiten las quejas para que el espacio reservado para el autobús quede señalizado tanto vertical como horizontalmente, cuestión que hasta ayer mismo no se había solventado.
A esto se suma que esta nueva parada se ha convertido en una de regulación. Esto es que, para cumplir el horario prefijado, los conductores deben permanecer estacionados un tiempo que varía según el momento del día. Todo ello para evitar colapsos en las recorridos y esperas excesivas.
En el día de ayer, uno de los conductores se vio obligado a permanecer parado en la vía, esperando que el vehículo que ocupada de forma incorrecta la parada la abandonara. Sin embargo, uno de los conductores de los automóviles que esperaban tras él perdió la paciencia e intentó agredir al trabajador que sólo esperaba para poder realizar la citada parada de regulación y con ello el horario establecido.
Con todo, esta situación de ocupación de espacios reservados para los autobuses no es exclusiva de la Plaza Alta. En el hospital Punta de Europa, los chóferes se encuentran frecuentemente también con la zona delimitada ocupada o con un embudo en la parte de consultas externas que les impide el tránsito. Una situación que tiene también la peculiaridad que la parada afectada es de regulación.
Aquí, los conductores deben optar entre llamar a la Policía o la Grúa municipal, o bien esperar pacientemente a que el vehículo que ocupa de manera incívica el espacio se retire.
En el caso del hospital algecireño, los empleados del servicio se ven abocados a hacer uso repetido de la bocina para tratar de llamar la atención del conductor, a pesar de que al encontrarse en un recinto sanitario se desaconseja el uso de ruidos molestos.
Además, esta falta de respeto por las zonas exclusivas para estos vehículos de transporte comunitario son repetidas en la ciudad.
Reunión
Por otra parte, este pasado miércoles se produjo un encuentro de trabajo entre representantes de la empresa adjudicataria del servicio de bus, con su gerente Antonio Carrillo a la cabeza; la gerente del Area de Gestión Sanitaria (AGS) del Campo de Gibraltar, Inmaculada Cosano; el concejal delegado de Movilidad Urbana, Javier Soto; y el representante de la federación vecinal Fapacsa Wenceslao Domínguez.
Durante el encuentro, Soto habría reconocido las quejas ciudadanas y las deficiencias que se constatan en el desarrollo del servicio desde su puesta en marcha antes del verano. Asimismo, la reunión sirvió para solicitar una mejora en cuanto a la información que reciben usuarios y trabajadores del hospital Punta de Europa sobre las conexiones por bus.
En este sentido, Soto habría optado por hacer estudios para solventar la situación, así como una campaña de información específica entre los empleados del centro hospitalario.
