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San Fernando

Casi imposible recoger la ropa seca de la azotea sin mierda de palomas

Los vecinos de la zona que rodea la Casa Lazaga dicen que el edificio se ha convertido en el "mayor palomar de San Fernando" y piden medidas.

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Los vecinos de los alrededores de la Casa Lazaga ya no se quejan sólo de la situación del inmueble, que está en vías de solución desde el Ayuntamiento. Los problemas ahora son mucho más domésticos que el hecho de que se caiga un muro, como no poder siquiera tender la ropa en las azoteas de las viviendas.

Y es que la Casa Lazaga se ha convertido en "el mayor palomar de San Fernando", dicen los vecinos a este periódico, de forma que es prácticamente imposible tender la ropa sin llevarse la sorpresa de las deposiciones (mierda de palomas o palomos) en una camisa, un pantalón, unos calzoncillos o un camisón de dormir, como ejemplos posibles.

Obviamente y como puede ocurrir en otros inmuebles deshabitados de las ciudad, se presta a la seguridad de las palomas que independientemente de imagen bucólica que además se presta al juego de los niños dándoles de comer o asustándolas, tienen sus problemas. Entre ellos esas deposiciones que causan daños en edificios históricos o no, en las personas que pasan por debajo en un momento clave o en la transmisión de enfermedades.

De hecho, en un artículo de firmado por Manuel Lorenzo para la Agenia EFE, se explica que las enfermedades infecciosas que las palomas pueden transmitir a los humanos no es algo común ya que es necesario un contacto directo con este ave o con sus excrementos, una de las principales vías de transmisión.

Pero eso no significa que estos animales no transmitan enfermedades mediante agentes infecciosos como virus, hongos y bacterias que causan alergias y dolencias respiratorias. Estas son las patologías más comunes se encuentran als siguientes:

Psitacosis o clamidiosis

La bacteria Chamydia Psittaci es la responsable de la psitacosis, enfermedad habitualmente transmitida por loros, periquitos y papagayos, aunque también las palomas pueden ser infectadas y convertirse en transmisoras de esta bacteria al hombre por vía respiratoria, secrecciones nasales, excrementos o tejidos y plumas, según una publicación del Instituto de Alimentos y Ciencias Agrícolas de la Universidad de Florida (Estados Unidos).

Esta enfermedad provoca en el hombre cuadros similares a la neumonía y a la gripe e incluso dolencias digestivas ya que esta bacteria penetra en el organismo a través de las vías respiratorias y se propaga por el torrente sanguíneo para invadir el pulmón, el bazo e hígado.

La psitacosis es una enfermedad más frecuente en personas que están en contacto directo con las aves, como aquellos que trabajan en plantas avícolas.

Salmonelosis

Los excrementos de las palomas pueden ser una vía de infección de la salmonela, una infección bacteriana que puede llegar a través de alimentos contaminados e incluso por la ropa tendida, explica Manuel Pizarro, profesor de anatomía patológica en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y especialista en aves.

El cuadro que provoca en el humano es de fiebre, diarrea, náuseas, vómitos y dolor abdominal.

Alveolitis alérgica

Es una reacción alérgica, una hipersensibilidad a las plumas y al polvo fecal de las palomas y se produce por una exposición continua de un individuo a estas aves, como los que trabajan en un criadero realizando tareas de limpieza de las casetas.

Provoca la inflamación de los alveolos de los pulmones y los síntomas son tos, dificultad para respirar, fiebre y escalofríos. Se puede confundir con un resfriado.

Criptococosis

El Crytococcus Neoformans es un hongo que se localiza en el excremento de las palomas. En realidad el reservorio (donde se aloja el hongo) es el suelo con el excremento y no el animal.

Según el estudio de la Universidad de Florida, la transmisión se produce por inhalación de levaduras parecidas a los hongos, aunque puede ocurrir ocasionalmente por ingestión.

Los humanos pueden adquirir esta enfermedad si están en contacto con los nidos de las palomas donde también se concentran parásitos y piojos propios de estas aves.

La criptococosis en humanos se manifiesta como meningitis o meningoencefalitis y es usualmente precedida por una infección pulmonar con tos, estornudos con sangre, fiebre y malestar.

 

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