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Tras el síndrome de Asperger: "Son el blanco fácil de las burlas’’

“Como cualquier persona, uno de sus mayores miedos es ser rechazados por los demás. Suelen sufrir mucho bullyng”, señala la presidenta de TEA Cádiz

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  • Una de las actividades celebradas esta semana en la Facultad de Ciencias de la Educación -

El Síndrome de Asperger, denominado así en honor al psiquiatra austríaco que lo describió por primera vez, Hans Asperger, es un trastorno del espectro autista (TEA) sin discapacidad intelectual asociada.

“Es un síndrome y no una enfermedad, y como tal no tiene cura. Hay que visibilizar que no son enfermos, solo tienen dificultades a la hora de relacionarse con el mundo exterior. Las personas asperger tienen un déficit socio-emocional”, explica la presidenta de la Asociación T.E.A Cádiz, Inmaculada García Martel.

A pesar de que este síndrome no coge de nuevas a profesionales de la comunidad científica, pues los estudios de Hans Asperger fueron publicados en los años cuarenta, no fue hasta finales de los noventa cuando neurobiólogos y estudiosos del autismo pusieron en valor el trabajo de Asperger. Aún así, hoy en día, el colectivo sigue reivindicando que quedan  asignaturas pendientes  y mucho trabajo por hacer para sensibilizar a toda la sociedad. “Las instituciones tienen que impulsar la empleabilidad de personas que sufren este trastorno- la tasa de desempleo de personas con Asperger asciende al 90%- y seguir apostando por la investigación para conseguir un diagnóstico precoz”, señala Martel, quien además añade que, “es fundamental que en los primeros años se pueda detectar el síndrome y haya profesionales cualificados, como profesores en los centros escolares, que orienten a las familias y deriven al menor a terapias  que potencien sus habilidades sociales”,  informar y orientar, dos de las muchas otras laborales que realizan desde T.E.A Cádiz.


El Síndrome de Asperger es un trastorno generalizado de alteraciones sociales, por lo que más que un síntoma aislado, las personas que sufren este síndrome muestran un conjunto de rasgos relacionados entre sí. “Son personas que tienen una forma diferente de pensar y procesar los estímulos externos.  Presentan dificultades a la hora de relacionarse con los demás, aunque su nivel de inteligencia casi siempre suele ser superior a la media. Suelen ser muy pragmáticos y pueden mostrar  cierta rigidez mental. No suelen mostrar empatía, pero, por supuesto, eso no quiere decir que no la sientan, simplemente que no saben cómo expresarla. El problema es que a menudo pueden ser tildados de maleducados porque ellos no tienen filtro, por lo que van a decir con honestidad todo lo que piensan. Para ellos las mentiras piadosas no existen”, Martel, añade que, “a veces pueden provocar situaciones complicadas por algún comentario que podríamos pensar que es  inapropiado y al no tener rasgos físicos marcado como otros síndromes, pueden ser increpados sin que la persona que se ha visto afectada tenga tacto alguno”.

La ironía, los dobles sentidos, esa forma de expresar tan del Sur, para las personas con asperger pueden resultar un mundo y llegar a  no comprenderlas, sin embargo, “se esfuerzan muchísimo por entenderlas y aunque no les salga de forma innata, a veces se atreven a hacerlas”, explica Martel.

El acoso a niños con asperger dentro y fuera de las aulas tampoco es nada nuevo, de hecho, según estimaciones de diferentes organizaciones -a falta de registros oficiales-, más del 90% de los niños con este trastorno  sufre acoso escolar. “Desgraciadamente, suelen ser un blanco fácil y, en la mayoría de casos, es difícil de detectar porque ellos no lo cuentan en casa. Tal y como sucedió con un caso en Jerez, fueron los compañeros los que tuvieron que denunciar ante sus padres la pésima actitud de un profesor hacia un alumno con asperger. Al final, como a cualquier persona, uno de los mayores miedos que tienen es ser rechazados por los demás”, subraya Martel.

El interés restringido como valor añadido

Las personas con Asperger son mucho más de lo que la  pantalla nos ha intentado hacer ver, como por ejemplo, con la serie `The Big Bang Theory´  a través de uno de sus principales protagonistas. Son muchos los que han especulado que detrás de Sheldon Cooper, el científico más brillante de la pequeña pantalla, estaría presente este síndrome. Sin embargo, tal y como decía la presidenta de T.E.A Cádiz, Imaculada García Martel, el interés restringido puede ser un punto a favor de las personas que padecen este síndrome, “esto me encanta, y a esto no me va a ganar nadie”. Y son muchas las empresas que buscan este perfil en sus trabajadores. Hablan dos compañeros de una televisión local de la provincia sobre cómo es trabajar con uno de sus compañeros, un joven  con asperger. “Le encanta su trabajo, muestra más interés que cualquier otro. Al principio no sabía bien cómo dirigirme a él, por desconocimiento, claro, pero es un compañero más y muy participativo”, explica Agustín. “Se nota que cuando le gusta una actividad focaliza toda su atención en la misma, aunque muchas veces se toma todo al pie de la letra”, concluye Alberto. 

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