Las diez últimas personas que permanecían en el hotel Alcora de Sevilla, habilitado para albergar a residentes diagnosticados de Covid 19, han superado el virus y han regresado este fin de semana a los centros de mayores de los que provenían.
La Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía ha recordado hoy que habilitó el pasado 27 de marzo este hotel para albergar residentes diagnosticados de Covid-19 que no podían ser atendidos con todas las garantías en sus residencias y ha subrayado que en este tiempo se ha atendido a 89 residentes: 24 hombres y 65 mujeres, procedentes de las residencias de Joaquín Rosillo, La Paz, DomusVI Santa justa, Fundomar Los Bermejales y San Pedro Nolasco.
Durante este tiempo, los residentes han realizado 1.639 llamadas a familiares y 281 videollamadas.
En total, 109 profesionales de SAMU, en colaboración con 22 profesionales de los centros sanitarios de proximidad: dos internistas del Hospital de San Juan de Dios de Bormujos y 20 médicos y enfermeras del Distrito Sanitario de Atención Primaria Aljarafe Sevilla Norte han participado en la atención sanitaria de los residentes.
Este centro habilitado ha contado con cinco salas medicalizadas y boxes de cuidados intensivos y se han puesto en marcha distintos circuitos específicos de coordinación asistencial para facilitar una atención sanitaria integral que han incluido vigilancia intensiva con soporte ventilatorio y hemodinámico, radiología, analítica y ecografía.
Los residentes han contado con un sistema de preparación de medicación en unidosis que ha garantizado la seguridad y la trazabilidad de los fármacos por parte de la unidad de farmacia del Hospital San Juan de Dios de Bormujos y la Unidad de farmacia del distrito sanitario de Atención Primaria de Sevilla Norte Aljarafe.
A esto hay que sumar un seguimiento epidemiológico estrecho, un equipo de fisioterapia general con especial atención al soporte ventilatorio, una unidad de nutrición para soporte especifico de residentes, apoyo y protocolos específicos para aquellas personas cuya situación clínica ha desembocado en condiciones de paliatividad, apoyo psicológico especializado, y sistema de videomonitorización continua de todas las camas.
También se ha contado con la presencia continua de un oficial de seguridad biológica para asegurar cada proceso de vestido y desvestido de los equipos de protección y una unidad de descontaminación.