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Jerez

La encrucijada de los bares para reabrir; “¿quién aguanta esto?”

La hostelería reclama “sentido común” y menos restricciones. La ampliación del 30 al 50% del aforo de las terrazas no les sirve para volver a la carga el día 11

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Los bares ven complicado abrir en una semana con el 50% del aforo de sus terrazas.

La Moderna.

  • Horeca pide más "seguridad jurídica" para levantar los ERTE de forma progresiva
  • "¿Qué vamos a estar 16 horas abiertos con tres mesas?", indica Alfonso Pacheco, de La Moderna, donde están a la expectativa y deseando volver
  • La mayoría ve inviable estar operativos en una semana cuando comience la fase 1 del plan de desescalada

Mucho tienen que cambiar las cosas de aquí a una semana ( 11 de mayo) -fase 1 de la desescalada- para que los jerezanos se echen a los bares, y no por falta de ganas ni de estos últimos, ni de los clientes. Las restricciones impuestas por el Gobierno para su reapertura en esta primera etapa han caído como un jarro de agua fría para el sector, que tiene claro que abrir en las circunstancias propuestas no tiene ni pies ni cabeza. En la tónica de lo que viene ocurriendo en todo el país, ni en Jerez ni en la provincia están dispuestos a volver a funcionar en las condiciones permitidas, es decir, sin consumiciones en el interior del local y con una ocupación del 50% del aforo de las terrazas, después de que el pasado sábado el Ejecutivo lo ampliara tras el 30% inicial anunciado. Esta concesión no servirá de mucho, a juzgar por los testimonios recogidos por este medio de hosteleros y de las patronales. 

En Asunico, donde cuentan con al menos 90 negocios de hostelería asociados, ya avisan de que en las condiciones que pide el Ejecutivo “es complicado que en esta primera fase puedan abrir los bares y no porque no lo estén deseando. El hostelero está deseando abrir; así estamos todos”, señala Manuel García, presidente de Asunico, que advierte que en el sector hay “mucha incertidumbre” y “mucha preocupación”. Pese a todo, reconoce que en las últimas horas la “flexibilización” del Gobierno para ampliar al 50% la ocupación de las terrazas y con los ERTE “puede dar más margen para defender el negocio y puede que anime a abrir a algunos, dependiendo de su situación”, si bien entiende que “la mayoría” esperará al menos al 25 de mayo.  

Otro peso pesado de esta problemática es la confusión que hay en torno a los ERTE especiales que han realizado negocios por el estado de alarma. Esta “inseguridad jurídica” ha hecho también que Horeca, la patronal hostelera en la provincia, haya pedido explicaciones en Madrid “pero no nos han respondido”, señala su presidente, Antonio de María, que asegura que sus asociados ya le trasladan que no abrirán a menos que se relajen las medidas y cuando haya “seguridad jurídica”. “Necesitamos información, concreción de medidas y protocolos para valorar y hacer números, pero para eso tenemos que tener los datos bien. No hay ultima fase si no hay la primera. Para subir las escaleras no subes los diez primeros escalones de un salto”, critica. Tal y como denuncia, hay demasiadas lagunas, empezando por la de los ERTE. “Antes de abrir, tenemos que saber si los ERTE se flexibilizan, que ahora parece ser que sí, pero no tenemos nada por escrito;  hay que saber si te dejan ir sacando trabajadores en función de la terraza, porque si abrir significa recuperar toda la plantilla para un 50% de la terraza no es viable. ¿Quién aguanta eso?, señala, tras considerar insuficiente el incremento del aforo para los veladores.

La Moderna es uno de los bares más míticos de Jerez y el punto de encuentro de varias generaciones. Casi no necesita presentación. No volverán el día 11. Antes de que se conociera el plan de desescalada “pensábamos que íbamos a poder abrir para tener un primer contacto con los clientes, estábamos ilusionados” hasta que saltaron las medidas, hablaron con el asesor y  “y vimos la que se avecina…”. Son palabras de Alfonso Pacheco, uno de los tres hermanos propietarios, que tiene claro que tal y como propone el Gobierno “va a abrir un romano”. 

“Abrir nos cuesta más dinero”

En su caso, en su terraza tienen seis mesas altas sin sillas, con lo que con el 50% se quedarían con  tres." ¿Qué vamos a estar 16 horas con tres mesas? Porque al cliente al menos le tienes que dejar media hora para que se tome el café o la cerveza; o le digo váyase. Estamos hablando de muchas horas de trabajo, de todo enchufado para poquísima venta. Nosotros somos diez personas, ¿que tengo que mandar a llamar a todos mis trabajadores que están en el ERTE (siete)?No puedo buscar los sueldos, los seguros...”. “Vamos a esperar un poco a que cambien las leyes y a que se venga arriba el sentido común; tal y como va está situación no voy a abrir La Moderna para que la crucifiquen ya del todo”, apunta.

En Las Banderillas, otro referente, en la calle Caballeros, sin terraza y siete mesas en su interior, tienen claro que el plan de reapertura “no hay por dónde cogerlo”. “No se puede usar la barra, que para nosotros es primordial, y de siete mesas, podríamos dejar tres. No podría abrir ni en primera ni en la segunda fase”, señala Miguel Gómez, que ve “impensable” volver a la actividad y no sólo porque no tenga terraza, pues a menos de 100 metros tienen la Taberna Jerez, también de su propiedad. Pero siguen sin verle salida. “Qué más quisiéramos que trabajando con un 50% de las mesas se pagara todo. Nosotros tenemos un ERTE para los 25 trabajadores, y necesitamos personal de cocina y para llevar las cosas a la terraza porque en la Plaza del Arenal las distancias son largas, pero hoy por hoy no me puedo arriesgar a sacar a ninguno, hoy por hoy no sabemos si se puede, y tampoco puedo sacar a toda la plantilla. Tendremos que esperar; mira que nos cuesta dinero estar cerrados, pero abrir nos cuesta más”, señala sin ocultar su decepción.

Daniel de La Barrera, al frente de La Antigua Cruz Blanca, con locales de restauración en la Plaza del Arenal y en la calle Martín Ferrador, tampoco tiene fecha de reapertura “porque me va a costar el dinero” y tiene a 21 trabajadores en un ERTE.  “Con estas  medidas abrir es hundirnos, es abrir para presentar una suspensión de pagos en dos meses. Está todo el mundo amargado, lo suyo es unirnos todos y no abrir”, señala. El incremento del 30 al 50% del aforo de las terrazas tampoco le convence. “Es poca cosa, no es nada del otro mundo”, señala pues, en la línea del resto de compañeros, es partidario de separar las mesas y guardar las distancias de seguridad, con las medidas de protección necesarias, pero no en estas circunstancias.

La terraza de Bar de Juan, en la calle Camino de Albadalejo, en la zona noroeste, apenas tienen seis o siete mesas, con lo que abrir con el 50% de estos veladores “me va a costar más todavía el dinero que estando cerrado, que ya me está costando también”, admite a Viva Jerez su propietario, Juan José Martínez, que este lunes también iba a reunirse con su asesor para intentar aclararse un poco con cómo será la reincorporación de sus tres trabajadores a la hora de “levantar” el ERTE y qué garantías tendría. 

No obstante, tal y como están las cosas ahora mismo, reconoce que no le ve mucho color a abrir en estas circunstancias. “La gente tampoco puede salir al 100% y esperábamos que fueran más flexibles. ¿Que voy a poner cervezas y cafés para tres mesas? No voy a cubrir los gastos, primero porque no va a haber gente que pase y segundo porque voy a gastar más en luz y en encender todo que en el dinero que vamos a hacer en la caja. Yo voy a esperar a ver qué hacen los demás “. También está pendiente de que el Ayuntamiento, que ya ha anunciado que será flexible con la ocupación de la vía pública de veladores por estas circunstancias, le permita utilizar más espacio mientras se prolongue esta situación.

En El Rincón del Chiri, en el barrio de Santiago, están en las mismas. Su propietaria, Vanesa García, no sabe a qué atenerse. “Estamos todos hechos un lío. Esto es una locura. Yo desde que cerré mi negocio el día 14 he perdido mucho dinero, pero no me compensa abrirlo con reparto a domicilio, porque tendría que pagar el sueldo de una cocinera y el seguro social para que luego me entren dos pedidos. Tampoco puedo abrir con dos o tres mesas; ya tenemos un problema gordo, para ahora sumar otro. Como ocurre con otros negocios, son muchas las consultas que hace a su asesor para aclararse con el ERTE y poder sacar a su personal poco a poco e ir abriendo en horario reducido en función de cómo vaya avanzando todo. 

 

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