El servicio de lavandería central del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla lleva a cabo la limpieza y desinfección de más de 9.000 kilos diarios de ropa con destino a hospitales de la provincia: Macarena, Valme y los cinco centros que forman parte del complejo hospitalario Virgen del Rocío.
Junto al elevado volumen de ropa, destaca la complejidad del procesado puesto que como consecuencia de la pandemia por el Covid-19, se ha establecido un circuito de lavado específico para la ropa que utilizan pacientes y profesionales que trabajan en estos espacios.
En total, 96 profesionales llevan a cabo esta labor en un centro cuya actividad se dedica al procesado --lavado, desinfección, planchado y distribución-- de ropa básica como sábanas, toallas, mantas, batas y pijamas, para los citados centros, informa el Virgen del Rocío en un comunicado.
La lavandería fue renovada en 2018, incluyendo la dotación de tecnología de última generación que permite automatizar tareas muy pesadas para los trabajadores. Desde esta fecha, cuenta con un túnel de lavado nuevo, dos líneas de planchado nuevas y un nuevo túnel de forma. Así, desde el inicio de la pandemia, se han incrementado las actuaciones preventivas como desinfectar con mayor frecuencia los camiones de transporte no sólo antes de descargar la ropa sino también después con un tratamiento con peróxido específico.
Este protocolo se suma a otros de seguridad que ya estaban en marcha, como la instalación de una barrera sanitaria que impide que esté en contacto la ropa limpia con la sucia, y programas de desinfección de más de 90º C de temperatura con un tiempo mínimo de 45 minutos. Los carros pasan proceso de desinfección y el personal en la zona de la ropa aún sin desinfectar lleva, además de guantes, batas, mascarillas y pantallas de protección.
Este proceso es ahora más laborioso, ya que el textil de la zona Covid se clasifica en la 'zona de limpio', una vez limpia y desinfectada, por el uso de bolsas hidrosolubles para evitar riesgos de contagio. Estas bolsas se pueden introducir directamente en el túnel de lavado, evitando que el personal manipule la ropa sucia. Además, han empezado a lavar y desinfectar equipos de protección individual no desechable por lo que han dado una solución a las dificultades para adquirir EPI de un solo uso.
Por último, las costureras del servicio de lavandería están colaborando en la elaboración de batas impermeables para su uso por personal sanitario que atiende a pacientes Covid. Los patrones han sido diseñados por un equipo de profesionales del Hospital Virgen del Rocío, al igual que el tipo de material con el que se ha elaborado.