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Málaga

El confinamiento complica analizar datos de violencia machista

La Policía Nacional registra 135 actuaciones por maltrato en la capital malagueña del 15 de marzo al 13 de mayo

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  • Álvaro Botias, jefe del Grupo de Investigación de la UFAM en Málaga. -

El inspector Álvaro Botias, jefe del Grupo de Investigación de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional de Málaga, ha indicado que en el periodo de confinamiento entre el 15 de marzo y el 13 de mayo se han realizado un total de 135 actuaciones policiales por presuntos casos de violencia de género en la capital malagueña, lo que supone un 32 por ciento de descenso respecto al mismo periodo del año anterior. Ha dicho que en esta situación es "complicado" analizar estas cifras.

Al estar las rutinas limitadas, la dominación sobre la libertad de movimientos de las víctimas se vería facilitada, ya que, por ejemplo, ellas van menos a sus lugares de trabajo y han dejado de salir con amigas y por regla general las explosiones violentas cursan cuando el agresor estima que ella se

Así, Botias ha indicado que es un bajada "significativa", pero ha asegurado que en la actual situación de confinamiento, "escenario inédito hasta la fecha y sin saber qué deparará la vuelta a la llamada nueva normalidad", resulta "complicado" realizar un análisis de las cifras, precisando que "únicamente sabemos que el número de denuncias ha descendido considerablemente, pero desconocemos las razones que se ocultan detrás de esta información".

Ha explicado en declaraciones a Europa Press que la violencia de género es una tipología criminal "específica", en el contexto de las relaciones de pareja, y, por tanto, su tratamiento debe ser "especializado, tanto a nivel policial como judicial o asistencial". "Sería reduccionista achacar la variación en el número de denuncias a una sola causa e, igualmente, hacer balance antes de recuperar nuestras rutinas", ha señalado.


Por esto, ha considerado que habrá que "esperar hasta que pase un tiempo prudencial desde que se levante el estado de alarma para extraer conclusiones", ya que, ha incidido, "la actual crisis sanitaria crea un escenario nuevo, un cambio total en 'las reglas del juego'". Al respecto, ha dicho que, por un lado, el confinamiento "supone un incremento sustancial del tiempo de convivencia entre las parejas que residen bajo el mismo techo".

A esto habría que unir, ha precisado el inspector, en caso de existir menores a cargo, "el hecho de que estos niños pasen la mayor parte del día en casa, en compañía de sus progenitores". Todos estos cambios supondrán "una alteración drástica en el reparto de tareas y en las labores de cuidados de los hijos, por ejemplo", según ha manifestado.

Esto, a su entender, "puede generar conflictos en la pareja", apuntando que, por otro lado, ha dicho que a esto habría que sumarle "las posibles pérdidas de empleo de los miembros adultos de la familia, con el consiguiente estrés e incertidumbre que esto podría suponer".

"Todo lo anterior nos podría llevar a pensar que, bajo estas circunstancias, tendríamos un caldo de cultivo óptimo para el ejercicio de la violencia de género", ha indicado, matizando que si esto fuera así, "el descenso en el número de denuncias tendría que ser explicado a través del constante control ejercido por el maltratador sobre la mujer, que no vería la forma ni el momento de pedir auxilio".

Ha destacado que las diferentes instituciones implicadas en la lucha contra esta lacra han lanzado campañas de prevención e información sobre los recursos que permitirían demandar ayuda "de una manera más sencilla", poniendo como ejemplo que el Ministerio del Interior ha habilitado un nuevo botón SOS en la aplicación Alertcops.

Esta posibilidad permite enviar una alerta urgente al centro policial más cercano junto con la posición de la víctima y una grabación de diez segundos de lo que está pasando. Ha explicado que en caso de encontrarse la mujer en situación de riesgo, "tendría que pulsar de forma repetida el botón SOS, al menos cinco veces en menos de seis segundos".

También ha apuntado que otro análisis podría ser que la disminución de las denuncias se debe a que las mujeres, "a la vista de la nueva situación, han adoptado reacciones adaptativas, con el fin de no despertar 'a la bestia', con tal de no provocarlos". De ser así, esto, ha considerado, "no es del todo positivo: se evitarían episodios violentos graves, eso es indudable, pero a costa de abrazar una actitud sumisa".

Botias ha señalado, en otra línea, que al estar las rutinas limitadas, "la dominación sobre la libertad de movimientos de las víctimas se vería facilitada", ya que, por ejemplo, "ellas van menos a sus lugares de trabajo y han dejado de salir con amigas", apuntando que "por regla general las explosiones violentas cursan cuando el agresor estima que ella se sale del camino marcado".

Esto, ha afirmado, "podría explicar el descenso en las agresiones con resultado de muerte e, igualmente, confirmar que un factor de riesgo a tener en consideración en estos supuestos es la existencia de procesos de separación/divorcio, o sea, cuando el agresor siente que pierde el control sobre la víctima y esta se marcha de su lado".

"En definitiva, no existe una única explicación de la bajada en el número de denuncias, ni podemos afirmar, al menos por el momento, si se trata de un descenso real de la violencia ejercida en el contexto de las relaciones afectivas o, por el contrario, las víctimas no ven el momento de pedir auxilio", ha dicho el inspector.

Ha recordado que esta tipología penal cuenta, en circunstancias normales, "con una elevada cifra negra", apuntando que "algunos estudios apuntan que solo se reportan un tercio de las situaciones de maltrato, además del dato que señala que aproximadamente solo en el 30 por ciento de la agresiones con resultado de muerte en el contexto de la pareja existían denuncias previas".

COLABORACIÓN DEL ENTORNO

El responsable de la UFAM en Málaga ha considerado que el entorno de la víctima, sobre todo vecinal, es "clave" a la hora de detectarse los casos de violencia machista, apuntando que "lo era antes y lo es, más si cabe, bajo este escenario inédito de confinamiento". "Al pasar más horas en los domicilios, existe una mayor probabilidad de que el vecindario detecte la existencia de episodios de violencia", ha señalado.

En este sentido, ha apuntado que ha percibido "un incremento en las llamadas al 091 y al número de emergencias de terceras personas, ajenas a la relación de pareja y familiar en conflicto, para dar cuenta de situaciones de peligro y presuntas agresiones", añadiendo que le consta que el teléfono 900 200 999 de la Junta de Andalucía ha registrado un incremento del 345 por ciento en las consultas telefónicas del entorno de la víctima".

Ha recordado también que "es de suma importancia contar con testimonios de terceras personas, ajenas a la relación de pareja, que, además de dar la voz de alarma, puedan incluso declarar en calidad de testigos de la situación de maltrato". "Estamos ante un problema comunitario en el que la implicación de la ciudadanía en su conjunto se vuelve fundamental", ha manifestado.

Para este inspector, la labor de la UFAM es "apasionante"; una especialidad que, "por desgracia está a la orden del día y exige de los agentes que la integran una implicación extraordinaria". "Tratas directamente con personas, en su mayoría mujeres, víctimas de conductas violentas a manos de quienes más debieran protegerlas y respetarlas", ha relatado.

La escucha activa y la empatía, entre otras herramientas, "se tornan necesarias en nuestro día a día", ha dicho, apuntando que durante el confinamiento si hay alguna modificación en el trabajo de la unidad es en cuanto a la protección y seguimiento de las mujeres con denuncia previa. "Debido a las circunstancias, hay que estar más atentos, acercarnos a ellas y su entorno para evitar, llegado el caso, nuevas victimizaciones", ha afirmado.

Sobre las previsiones de cara a la nueva normalidad, ha dicho que son, "en lo que respecta a la incidencia, pura incertidumbre". "Sólo podemos estar preparados para cualquier cosa, incluso un potencial incremento en las denuncias, para seguir cumpliendo con los estándares de calidad que nos preceden", ha concluido.

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