La jueza que investiga los incidentes de la Madrugá de la Semana Santa de 2017 en Sevilla ha constatado que no hubo un plan organizado para provocar avalanchas y "sembrar el pánico", y ha acordado dividir la causa en dos piezas para que se enjuicien por separado los hechos, atribuidos a quince personas en total.
En un auto dictado el 22 de mayo contra el que cabe interponer recurso, la jueza de Instrucción número 5 de Sevilla expone que en una pieza se enjuiciará a tres encausados y en la otra, a doce, según ha informado a Efe la oficina de comunicación del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Una vez concluida la investigación, la instructora asegura que "no existió ningún tipo de connivencia ni concertación" entre los distintos grupos de investigados "para actuar de manera conjunta u organizada" con el fin de "sembrar el pánico en las calles del centro, atentar contra los sentimientos religiosos o alterar el orden público en las procesiones".
En cuanto a otras avalanchas vividas "en otros momentos y otros puntos de la ciudad, no ha sido posible atribuir responsabilidad a persona concreta alguna" ni establecer "una relación de causalidad directa ni un criterio claro de culpabilidad", de ahí que archive la investigación respecto a unos hechos que causaron lesiones a más de un centenar de personas.
La instructora relata que en la madrugada del viernes 14 de abril de 2017 ocurrieron unos "incidentes" en el centro de Sevilla que "provocaron carreras" que, a su vez, causaron "miedo y desconcierto" entre las personas que "abarrotaban las calles" para ver a las seis hermandades que procesionaban esa noche.
"El pánico generalizado, alimentado por acontecimientos recientes de terrorismo en otras ciudades europeas", generó varias avalanchas acompañadas de "una sonoridad estremecedora, iniciada por un murmullo 'in crescendo', hasta convertirse en un ruido ensordecedor entremezclado con los gritos de angustia de los allí presentes", prosigue.
Tras la "exhaustiva y concienzuda" investigación de la Policía Nacional y el juzgado, "se han conseguido individualizar" hasta seis hechos concretos "causantes de avalanchas".
El primero ocurrió sobre las 4.00 horas en la calle Alfonso XII cuando tres personas "presuntamente golpearon con palos elementos del mobiliario urbano y algunos vehículos" y profirieron "expresiones amenazantes contra la población, con alusiones explícitas a ETA".
La jueza acuerda continuar las diligencias previas incoadas contra estos investigados.
Entre las 5.00 y las 6.00 horas, cerca de la Catedral, cinco personas presuntamente empezaron a "vociferar y golpear elementos del mobiliario urbano" y después repitieron la acción "mientras gritaban expresiones como 'Alá es grande' y otras en lo que parecía ser lengua árabe".
Sobre las 6.05, en la plaza del Salvador, dos personas corrieron "de un lado a otro sin motivo aparente" mientras "se reían".
Por último, a las 6.10 horas, en la avenida de la Constitución, cinco personas "salieron corriendo y gritando en dirección a la Puerta de Jerez y se reían a continuación".
La jueza acuerda deducir testimonio e incoar otras diligencias previas distintas respecto a estos tres hechos para que su enjuiciamiento se produzca por separado del primero.
En cuanto a la pelea entre varios jóvenes mientras la hermandad del Gran Poder pasaba por la calle Arfe, de modo que algunos cayeron sobre varios nazarenos e interrumpieron el paso de la cofradía, la jueza acuerda el sobreseimiento provisional porque esa conducta "no puede ser imputada a título de desorden público ni contra la libertad religiosa", ya que no era esa la intención de quienes participaron en la refriega.
