Tokio contabilizó hoy un nuevo récord de casos diarios de coronavirus, 463, por encima de cuatro centenares por primera vez desde que el país empezara a verse afectado por la pandemia en enero, y anunció el establecimiento de su propio CDC.
La propagación del virus en la capital está en su peor nivel y la capacidad de respuesta del sistema sanitario está empeorando, advirtió este viernes la gobernadora de la metrópolis, Yuriko Koike, en la rueda de prensa en la que dio a conocer la cifra.
El récord de hoy se produce después de que la capital notificara en la víspera otro máximo diario (al igual que a nivel nacional, más de 1.300) y de que Koike instara a los locales de ocio nocturno, karaokes y restaurantes a adelantar la hora de cierre, petición que reiteró hoy, con la esperanza de que empiecen mañana, 1 de agosto.
También a partir del sábado, Tokio pondrá en marcha un equipo para establecer un organismo propio similar a un Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (popularmente denominados CDC), que coordine integralmente la investigación, el análisis y la planificación de políticas ante crisis como la actual.
Las autoridades locales aspiran a que dicho organismo esté listo en otoño, de cara a la temporada de gripe y cuando los expertos han advertido que los contagios del nuevo coronavirus podrían empeorar.
"No debemos relajar las medidas", dijo Koike en la comparecencia, en la que pidió a la ciudadanía que sea consciente del empeoramiento de la propagación y haga lo posible por contenerla en los lugares de trabajo y de cara a las vacaciones. "Desafortunadamente este año será un verano diferente", declaró.
Japón carece de mecanismos legales para ordenar un confinamiento o el cierre de comercios, ni siquiera durante un estado de emergencia sanitaria, y apela a la responsabilidad individual para reducir las salidas y actividades comerciales para luchar contra el virus.
Las autoridades locales y nacionales sí establecieron ciertas restricciones en los horarios de apertura al público y eventos de gestión pública, así como limitaciones de aforo en eventos que han sido ampliamente respetados también por organismos privados.
El país tenía previsto levantar en agosto por completo la limitación de aforo en eventos de masas (que se sitúa actualmente en la mitad de la capacidad del aforo del recinto, hasta un máximo de 5.000 asistentes), pero Koike advirtió que las restricciones seguirán vigentes en Tokio al menos hasta finales de ese mes.
La gobernadora del área capitalina también instó a usar la aplicación gubernamental COCOA para trazar contactos con pacientes de COVID-19, disponible desde finales de junio.
Según los datos más recientes del Ministerio de Sanidad, hasta la tarde del jueves el "software" había sido descargado 9,5 millones de veces (equivalente a un 7,5 % de la población) y el número de usuarios positivos en coronavirus SARS-CoV-2 ascendía a 76.
Las autoridades japonesas consideran que para que la "app" sea efectiva un 60 % de la población debe utilizarla.