El Gobierno alemán calificó hoy de "inaceptables" las concentraciones como la celebrada el sábado en Berlín contra las restricciones impuestas por el coronavirus, que tuvo que ser disuelta por la policía al no cumplirse las normas de higiene y distanciamiento para contener la pandemia.
En una rueda de prensa ordinaria, Ulrike Demmer, portavoz adjunta del Ejecutivo, subrayó la importancia de las manifestaciones pacíficas y de la expresión pública de opiniones, ya que "las críticas en una democracia siempre deben ser posibles", pero tildó de "inaceptables" las imágenes de este fin de semana.
En este sentido criticó el comportamiento de "muchos manifestantes" que "no tiene justificación ninguna y que abusa del bien preciado que constituye la libertad de manifestación".
Además de a las numerosas infracciones contra las medidas de higiene y seguridad, se refirió a los "comentarios denigrantes" que se oyeron durante la concentración y a los ataques a la prensa, que al igual que las agresiones "injustificables" a las fuerzas de seguridad, condenó en nombre del Gobierno.
En la misma línea se expresó el portavoz del Interior, Steve Alter, quien afirmó que concentraciones como la de este fin de semana en Berlín "representan un peligro para la salud de todos" y son "inaceptables en esa forma".
Subrayó la importancia de respetar las condiciones impuestas por las autoridades para la celebración de concentraciones y de hacer asumir las consecuencias a aquellos que no las cumplan.
Aludió a la libertad de manifestación como derecho fundamental, pero señaló que si de antemano es previsible que no se cumplirán las condiciones impuestas por las autoridades, se plantea la pregunta de si es posible autorizar una concentración de ese tipo.
Demmer aseguró que el Gobierno se toma muy en serio las preocupaciones de los ciudadanos y "aplaude toda discusión objetiva".
Al mismo tiempo llamó a los participantes en estas manifestantes a plantearse qué significa marchar junto a personas "partidarias de ideologías ultraderechistas y teorías de la conspiración".
También el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, pidió "precaución" a los ciudadanos en un videomensaje y a no poner en riesgo con un "comportamiento temerario" lo logrado hasta ahora en términos de contención de la pandemia.
Recordó que "la situación sigue siendo insegura e inestable" y que la pandemia no está ni de lejos superada.
"La irresponsabilidad de unos pocos es un riesgo para todos nosotros", dijo, y recordó que es responsabilidad de todos evitar un segundo parón de la vida pública que, advirtió, tendría "consecuencias aún más duras".
Agregó que "el camino hacia la normalidad que todos deseamos no pasa por la temeridad, la despreocupación y la ignorancia."
Un total de 45 policías resultaron heridos en Berlín este sábado en varias manifestaciones, la más concurrida la convocada para protestar contra las restricciones impuestas por el coronavirus, que congregó a hasta 20.000 asistentes.
La manifestación había sido convocada por distintas organizaciones y en ella confluyeron desde ultraderechistas y seguidores de teorías de la conspiración a ciudadanos que consideran que las restricciones vulneran la libertad individual.
La policía habló inicialmente de 18 agentes heridos en esta manifestación, a la que se sumaron los lesionados en una convocatoria de signo izquierdista en el barrio multiétnico de Neukölln, que terminó en disturbios nocturnos.