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Alcalá la Real

Nono Vázquez: “Alcalá ha de recuperar su actividad cultural desde los cimientos"

El secretario de Cultura y Patrimonio del PSOE de Alcalá valora la situación del municipio en este ámbito, así como la aún corta andadura de la nueva ejecutiva

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  • Nono Vázquez. -

Nono Vázquez es el secretario de Cultura y Patrimonio en la nueva ejecutiva del PSOE de Alcalá la Real. Se cumplen tres meses desde que se inició la nueva andadura de esta ejecutiva. ¿Qué se vive dentro de la agrupación municipal?

Mayoritariamente, ilusión. Etapa nueva, proyectos en el horizonte y algo muy importante: la sensación de que el Partido Socialista sigue siendo muy importante para esta tierra aunque nos encontremos en tareas de oposición. Seguimos teniendo a Alcalá, sus aldeas y su gente en el centro de nuestros objetivos, que no son otros que regresar cuanto antes al gobierno municipal y seguir aplicando las políticas que durante cuarenta años han sido la música de fondo de un cambio sin precedentes, en el que un municipio desconocido y aislado se ha puesto, y de qué manera, en el centro del escaparate en muchos aspectos.

Llevas muchos años dedicando parte de tu tiempo a la cultura y el patrimonio de nuestra localidad. ¿Cómo ves el futuro de nuestro potencial cultural? ¿Crees que podemos mejorar?


Quien piense que lo tiene todo hecho o que ya no tiene nada que aprender está fuera de la realidad. Yo no contemplo un escenario en el que cae el telón y hasta aquí hemos llegado. Se pueden finalizar obras y proyectos, pero esa culminación debe rápidamente integrarse en una iniciativa mayor, de la que forme parte y con la que siga creciendo. Así ocurrió por ejemplo con la Fortaleza de La Mota. Muchos criticaban que era una inversión inútil, un pozo sin fondo, porque parecía que no se veía el final, pero es que el final nunca llega y hoy nuestro monumento más emblemático es lo que es porque cuando una administración local socialista decidió empezar a ponerla en valor y a recuperar su esplendor no le puso fecha ni acción de finalización. Con la cultura ocurre algo parecido. Tenemos eventos culturales en marcha, que requieren atención y evolución, como las Fiestas Patronales, Etnosur, Festivales de Agosto, Carnavales, Semana Santa… Y los que no tenemos que tienen que nacer, al amparo de estos o de manera independiente. Es muy importante reactivar a nuestras asociaciones, interconectarlas, también a nuestras hermandades y cofradías, y hasta promover y alentar, claro que sí, el nacimiento de otras. Siempre hay algo que hacer, por fortuna, en cultura y patrimonio, son además áreas muy agradecidas. Y siempre se puede mejorar, y muchas veces en el propio intento los objetivos nos irán saliendo al paso.

¿Cuáles son tus primeros recuerdos del patrimonio de nuestro municipio?

Borrosos, casi en blanco y negro. Por muy poco nací en dictadura, en el año 1970. La Fortaleza de La Mota era poco menos que un pedregal, con todavía las marcas de su función como cementerio a flor de piel. Acababa de empezar un leve despertar, y junto a las oscuras señalizaciones con el yugo y las flechas afloraban las más nuevas de “conjunto histórico artístico”. Se veía que algo se estaba moviendo, pero uno no puede imaginar con poco más de seis o siete años de edad que aquello llegaría a lo que hoy es. Y ahí empieza a asomar el color. Consolación, San Antón, San Juan o Las Angustias eran iglesias, sin más. La Semana Santa les fue dando otro protagonismo, y empezábamos a mirarlas con otra perspectiva, dejaron de ser solo templos y pasaron a ser monumentos. Después se empezó a hablar de nuestra riqueza natural, asistí a los primeros pasos del traslado del vertedero para que hoy el entorno de los zumaques sea lo que es… Siempre digo que fui creciendo a la par que crecía el valor de nuestro patrimonio. En mi adolescencia y juventud ya tuve la ocasión de pegarme a las investigaciones entre otros de Domingo Murcia y Carmen Juan, Paco Martín o Rafa García Medina y hoy tengo la suerte de ser anfitrión turístico. Y en Alcalá la Real, ser anfitrión turístico es un auténtico lujo, porque todo aquello que hoy luce a todo color te hace mucha parte del trabajo.

El Área de la que eres secretario siempre ha sido uno de los pilares en los que se cimienta la gestión municipal socialista. Cultura y Patrimonio siempre han sido bandera de nuestro municipio. ¿Qué aspiraciones existen en este área para esta nueva etapa?

Son áreas en las que se puede trabajar ideológicamente y que ese trabajo repercuta directamente también en la imagen general del municipio. Así fue durante una época muy difícil, que tuve la ocasión de vivir dentro del ambiente cultural y juvenil de la localidad, allá por los ochenta del siglo XX. Difícil e ilusionante a la vez, pues se vivía la resaca del régimen dictatorial anterior y había ganas. Y fueron concejales y concejalas socialistas los que pusieron a andar aquella máquina de la cultura y la recuperación del patrimonio, que hoy entronca con el turismo a través de eventos como Etnosur, por ejemplo, y que tienen a la Fortaleza de La Mota como una de las principales banderas y ejemplos de gestión del patrimonio e integración en la vida social de las gentes que residen junto a sus piedras. No somos propietarios de nuestro patrimonio, solo depositarios. Y esa condición nos obliga a no dejar pasar ni un solo día sin apuntalar su existencia, pero sobre todo su puesta en valor. Son tiempos distintos, en los que ya contamos con infraestructuras y automatismos, pero en los que hay que seguir haciendo cultura, puesto que es una de las mejores formas de aprender y enseñar aprendiendo. Y Alcalá la Real tiene que recuperar su ambiente y su actividad cultural desde los cimientos, programando actividades que no solo entretengan sino que despierten el interés de sus destinatarios. Y ese tiene que ser nuestro objetivo: que la pauta la mueva la gente, a través de las asociaciones que dieron y tendrán que seguir dando tanto y tanto bueno a ese movimiento cultural que a pesar de lo que puedan señalar intereses muy concretos no está muerto, ni mucho menos.

¿Cómo ves la gestión interna que se está haciendo actualmente por parte de Juan Ángel Pérez?

Yo creo que la figura de Juan Ángel es sobradamente conocida en el ambiente de la política local y provincial. Nuestro secretario general es un hombre que no renuncia a los retos, y este era un reto singular. Ha tomado las riendas en un momento delicado, con el partido en la oposición y con muchas dudas, algunas infundadas y otras no, sobre el futuro de los socialistas en Alcalá la Real. Y ha conformado un equipo que aúna juventud, veteranía, energía, control, experiencia y conocimiento. Él siempre nos dice que “en la oposición hace frío”, pero que eso no nos debe detener, y que tenemos que ser lo que te decía al principio, un elemento necesario para Alcalá la Real, tener las puertas de nuestra casa abiertas, contacto con la gente, saber de sus inquietudes, conocer cada una de sus pequeñas preocupaciones, y todo ello sin renunciar a los grandes proyectos, infraestructuras, industriales… Quiere que cada uno y cada una de nosotras y nosotros dibujemos en nuestra mente las aldeas y la Alcalá del futuro y quiere que no nos guardemos ni una coma. Creo que está sabiendo ilusionarnos, sí, pero sobre todo pienso que va a conseguir que aflore lo mejor de cada uno desde ya, para que en el momento en el que tengamos la oportunidad, esperemos que cuanto antes, empecemos a construir ese municipio del siglo XXI.

¿Hay algo verdaderamente urgente en cultura y patrimonio muy a corto plazo?

Ahora tenemos una urgencia a corto plazo y se llama Covid-19, y en ella todos redoblamos nuestro esfuerzo al lado del Ayuntamiento, Diputación, Junta y Gobierno, y aquí tenemos la oportunidad de demostrar nuestra talla y altura de miras. No deberíamos perderla, por el bien de todos y todas. Por otra parte, en cultura, turismo y patrimonio se me ocurren acciones muy necesarias, en las que se debe tener cautela, paciencia y determinación. Ya te he dicho que es importante la evolución, y a veces solo es cuestión de mirar y escuchar. Hay que dar solución al centro histórico, dotarlo de vida. Contrasta su riqueza y esplendor con su lento palpitar en lo que a ambiente vital, a actividad, se refiere. Y soy consciente de que este es un problema que se debe atacar desde diferentes áreas, no solo la de patrimonio, porque hablamos de reformas urbanísticas y de tráfico por citarte la punta del iceberg, que repercutan en positivo en un comercio que no se puede morir sin luchar. Hay que sentarse y ver qué le pedimos a los grandes eventos, como Etnosur. Ya es mayor de edad y seguro que el propio festival y su público quieren cosas un poco diferentes a hace dos décadas. O a lo mejor no, pero lo mínimo que debemos hacer es analizarlo. Nuestra singular Semana Santa debe seguir poniéndose a la altura de lo que se le pide, porque es un verdadero crisol de tradiciones y belleza, y está declarada de interés turístico. Puede ser que esté bien, y eso sería buena señal, pero yo no dormiría tranquilo si no nos tomamos la molestia de reunir a sus actores y por lo menos hablar. Y así podría seguir, la lista sería muy larga. Nada es urgente, todo es necesario y tenemos, ojalá, mucho tiempo por delante.

 

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