El Ayuntamiento de Sevilla ha recibido una treintena de alegaciones al Plan Respira, la propuesta de regulación del tráfico privado en el Centro y parte de Triana (Altozano, Betis, Plaza de Cuba, Génova, Pagés del Corro, Procurador, Castilla y San Jorge). Entre las entidades que han presentado propuestas de mejora o que avisan de los efectos que este plan tendrá sobre ellas, se encuentra Aussa, concesionaria gestora del servicio de estacionamiento regulado en superficie en Sevilla. En su alegación se asegura que la declaración de área de tráfico restringido en el Centro y Triana “entra en colisión con el servicio de estacionamiento regulado que esta empresa gestiona, ya que resulta del todo imposible prestar el servicio ante la ausencia de vehículos o la eliminación de plazas” de aparcamiento.
Aussa calcula que “el número de plazas que se eliminarán de las otorgadas para su explotación asciende a 620”. Si se le suman aquellas de carga y descarga que, en alguna franja horaria también son reguladas, “el número de plazas eliminadas asciende a 699”.
La empresa apela al artículo 3.6 del pliego de prescripciones técnicas que rige el contrato de gestión, en el que se dice textualmente: “Cuando por necesidades del Ayuntamiento, cambios de ordenación, prestación de servicios, reurbanización, etc, las plazas desaparezcan de forma definitiva, el concesionario propondrá el mismo número de plazas en otra ubicación. En caso de que no sea posible la ubicación de las plazas, el concesionario no tendrá derecho a contraprestación y no se considerará que produce desequilibrio económico hasta un 10% de reducción de plazas respecto al número de la licitación”.
Si “finalmente -continúa Aussa en su alegación-, se aprobara la declaración de área restringida en el Casco Antiguo, el Ayuntamiento deberá valorar la proposición de nuevas plazas y, en el supuesto de que no se admitiera, reequilibrar el contrato, ya que estas modificaciones se añadirían a las plazas actualmente eliminadas y superarían el 10% respecto al número de licitación”.
Triana Norte y sus alegaciones
La asociación de vecinos Triana Norte, constituida como tal en 1985, valora “positivamente” en su alegación el Plan Respira aunque considera, a renglón seguido, que el área de tráfico restringido en el barrio es “ciertamente insuficiente e inadecuada”. Por eso, propone “ampliar” el perímetro de dicha área de manera que quedara delimitada exteriormente por el río y por las calles Avenida Expo 92, Ronda Triana, López de Gomara, Avenida de República Argentina y Plaza de Cuba. “Con estas actuaciones, se favorecerá la vida de barrio y la reactivación del tejido comercial de proximidad”, argumenta la asociación en su texto, en el que se abunda en el hecho de que la “nueva delimitación de zona histórica de Triana se separa inexplicablemente de la considerada en el actual” Plan General de Ordenación Urbana.
En cuanto a las “excepciones” planteadas por el Ayuntamiento para que los residentes pudieran habilitar el acceso en coche a un número determinado de no residentes o la posibilidad de dar a los centros educativos la potestad de habilitar el acceso a no residentes, la asociación vecinal pide directamente que se “eliminen” estas posibilidades. Considera que se trata de una medida “inadecuada”. Insiste en que San Jacinto sea considerada zona de peatonalización “blanda” en el tramo comprendido entre Santa Cecilia y Pagés del Corro, que se abra a la circulación la calle Nuestro Padre Jesús Nazareno para “permitir la evacuación de vehículos de residentes desde Alfarería a Pagés del Corro” y que se “restrinja el acceso desde el Paseo Colón en dirección norte, tomando el giro a la izquierda para el cruce del Puente de Isabel II”.
La patronal sevillana, a través de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), ha presentado una alegación en la que pide un “tiempo de impasse, ya que ahora no es el momento de afrontar nuevas inversiones en medios o renovaciones de flota eléctrica”. “Es fundamental garantizar que las empresas afectadas en este entorno tengan un tiempo prudencial de recuperación”, sostiene.
Mantiene que, antes de cualquier medida restrictiva, “las medidas paliativas y alternativas deben estar funcionando”, caso del Metro y un transporte público “más rápido”.