El enviado especial de la ONU para el Yemen, Martin Griffiths, inició una visita de dos días a Irán con la prioridad de apoyar un alto el fuego nacional y reanudar el proceso político entre las partes en conflicto yemeníes después de que el presidente de EE.UU., Joe Biden, anunciara que aunaría esfuerzos para acabar con la guerra.
Está previsto que Griffiths se reúna con el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, y otros responsables, según un comunicado de la oficina de Griffiths, aunque no se han dado más detalles del encuentro.
"La visita forma parte de los esfuerzos diplomáticos del enviado especial para apoyar una solución política negociada del conflicto en Yemen que satisfaga las aspiraciones del pueblo yemení. La prioridad inmediata es apoyar un acuerdo entre las partes en el conflicto sobre un alto el fuego a nivel nacional, medidas humanitarias urgentes y la reanudación del proceso político", se apunta en la escueta nota.
Esta visita de Griffiths a Irán se produce días después de que Biden anunciase la retirada del apoyo estadounidense a la coalición árabe capitaneada por Arabia Saudí que lucha contra los rebeldes chiíes hutíes desde su intervención en 2015.
La retirada del apoyo a la coalición también significa que Washington suspenderá unos acuerdos de venta de armas con Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos (EAU) que había iniciado Trump.
Asimismo, Biden abogó por acabar con la guerra en el Yemen, que se ha convertido en la mayor crisis humanitaria del planeta, según la ONU.
Los rebeldes hutíes, que controlan la capital Saná, están respaldados por Irán, gran enemigo de Arabia Saudí.
Riad, por su parte, apoya al Gobierno yemení reconocido internacionalmente, cuya sede provisional se encuentra en la ciudad costera de Aden.
La guerra en el Yemen estalló a finales de 2014, cuando los rebeldes hutíes conquistaron amplias zonas del oeste y el norte del país, lo que se agravó con la intervención de una coalición árabe.